domingo, 9 de marzo de 2014

Historia del Futuro

Historia del Futuro es el nombre que se se le dio en español a los libros compilatorios de 24 relatos (cuentos y novelas cortas) que Robert A. Heinlein escribió y que John W. Campbell publicó en la revista "Astounding Science Fiction" llamandolas "historia del futuro". En inglés, estos cuentos están recopilados en el libro The Past Trough Tomorrow (El Pasado a través de Mañana).
Portadas de una de las ediciones en español, ediciones Orbis, colección Ciencia Ficción, traducción de Domingo Santos, 1986.



Como lo comentaba yo en la entrada dedicada al libro Criptonomicón, el mercado en inglés (y sobre todo el de EUA)  permite que se publique un libro-ladrillote, pero en hispanoamérica se estilan libros más manejables, la "Historia del Futuro" se ha publicado en presentaciones de 2 y 4 tomos; pero todos, el librote y los tomos en español tienen las 24 historias. (Como comentario: actualmente esto ya no es problema con los e-books, igual pueden tener 100, 1000 o 10,000 páginas)

Primera edición original en inglés de las historias del futuro en pasta dura; se puede notar el tamaño y grosor del ladrillote original.
Robert A. Heinlein empezó a publicar sus historias cienciaficcioñeras en 1939, se las mandaba directamente a John W. Campbell Jr., editor de "Astounding". Eran tan buenas que inmediatamente las compraba y publicaba. En el número de febrero de 1941 Campbell publicó una carta donde les puso este nombre. El libro se publicó por primera vez en 1967 aunque las historias fueron escritas en 1939-1941 y 1945-1950 (el lapso donde Heinlein no escribió corresponde a la participación de EUA en la II guerra mundial, se realistó en el ejército, pero tuvo que colaborar como ingeniero investigador; no podía estar entre la tropa -por suerte- debido a condiciones médicas), aunque muchos opinan que también los relatos "Let there be light" (cuento "Hágase la luz", publicada en 1940 en Astounding e incluida en su primera recopilación, "El hombre que vendió la Luna"), "Universe", (novela corta "Universo", publicada originalmente en Astounding en mayo 1941, publicada como libro en 1951 y recopilada en el libro de cuentos "Orphans of the Sky" en 1963) y "Common Sense" (novela corta "Sentido Común", publicada originalmente en Astounding en octubre 1941 y recopilada en el libro de cuentos "Orphans of the Sky" junto con "Universe" en 1963). También se considera que la novela "Time enough for love" ("Tiempo para amar", 1973) está levemente relacionada con los hechos narrados en "Universe" y por lo tanto, con la Historia del Futuro.

Historia del Futuro I.
Para esta serie de posts, me voy a referir a la edición de ediciones Orbis, las que aparecen en la foto al inicio del post.

Este volumen contiene las siguientes historias:
  1. La línea de la vida (Life-Line). Publicada originalmente en 1939, fue el primer relato que publicó Heinlein. El relato trata del profesor Pinero y su invención: una máquina para determinar cuánto tiempo va a vivir una persona. Hace esto determinando su línea mundial (en física, la línea mundial de un objeto es la ruta trazada en un espacio-tiempo tetradimensional), lanzando una señal y determinando el tiempo que tarda en haber un eco, igual que el funcionamiento de un sonar. Obviamente esto afecta muy fuertemente a las compañías de seguros quienes tratan de desprestigiarlo; entre las estategias de la compañías de seguros está el difundir el rumor de que el invento es brujería hasta el punto en que un par de fanáticos deciden hacer "justicia divina", matan al profesor y destruyen su máquina. Pinero no pone resistencia porque ha usado su máquina para ver cuándo va a morir.
    El relato se considera el primero de la serie "Historia del Futuro" porque el profesor trata de determinar el tiempo de vida de una mujer embarazada (se supone que su línea mundial es una combinación de la línea de la madre y la del bebé) y no obtiene eco al mandar la señal. Se deja a la imaginación de que el bebé nonato es Lazarus Long, un ser muy longevo protagonista de varias de las historias de Heinlein.
  2. Las carreteras deben rodar (The Roads must Roll). Publicada originalmente en 1940 relata los hechos de un futuro cercano (un futuro ya pasado, hay que recordar que en 1940, la década de los 60s era futurista) donde el medio de transporte preferido son una forma avanzada de cintas transportadoras; estas "cintas" son tan grandes como una carretera, funcionan continuamente, son tan estables que permiten incluso que haya construcciones en ellas (comercios nada más, no debe ser muy agradable tener tu casa en una de esas carreteras, irte a dormir en un estado y despertar en otro) y funcionan en un conjunto que permite que los "carriles" centrales vayan a 100 mph (aprox. 160 Km/h) y los más laterales vayan tan lento que se puede uno bajar caminando. El relato cuenta que un grupo de trabajadores se amotinan y sabotean los motores de una de las carreteras debido a que quieren tener el control de las carreteras. El jefe de la ruta Diego-Reno se encarga de controlar y disolver la revuelta localizando al líder, accesando su perfil sicológico y neutralizándolo así, atacando sus neurosis y manías.
  3. Ocurren explosiones (Blowups Happen). Publicada en 1940; en esas fechas Heinlein ya conocía el fenómeno de fisión nuclear y sabía que se podían construir reactores nucleares, pero no tenía los detalles de cómo podrían funcionar, escribió este cuento pensando que funcionarían a base de pequeñas explosiones controladas en vez de ser generadores radiotermales. Siendo los reactores dispositivos muy peligrosos y potencialmente mortales, se considera fundamental el monitoreo y hacer pruebas sicológicas a todo el personal para retirales cuando empiecen a dar muestras de que se están desmoronando bajo la presión del trabajo. El cuento narra que la energía nuclear, a pesar de su peligrosidad, se ha convertido en una necesidad tecnológica: el petróleo se ha agotado a tal grado que ya no es posible usarlo como combustible, y la energía solar, aunque ilimitada, ha encontrado la limitación tecnológica de poder producir 1 HP por metro cuadrado. La adaptación de paneles solares a radiaciones nucleares produce más energía, pero también con limitaciones, básicamente porque desperdicia el 99% de la radiación producida y la conversión radiación-electricidad no produce combustible aprovechable, tan sólo energía cuya potencia no se puede aumentar porque la cantidad de radiación no puede aumentar debido a que la fisión en los reactores tiene un límite, so pena que la reacción llegue a un punto crítico, ya no se pueda controlar y produzca una explosión atómica. La producción de energía atómica estaba entrando a un callejón sin salida. Dos técnicos nucleares, Gustav Erickson y Calvin Harper desarrollan un modelo matemático derivado del modelo principal en uso para obtener un subproducto aprovechable como combustible; experimentan con varios isótopos de uranio para ver cuál les da mejor resultado y al fin descubren una reacción autosostenible que produce combustible aprovechable. A la técnica se le empieza a llamar Erickson-Harper y el primer uso que se le da al combustible nuclear es para impulsar cohetes para poner reactores en órbita, aunque Heinlein todavía usa cuatro o cinco páginas más de texto para relatar las dificultades para convencer a la Comisión de Energía y los problemas técnicos al tratar de adaptar una pila atómica para su transporte en cohete.
  4. El hombre que vendió la Luna (The Man Who Sold The Moon).  Escrito en 1949 y publicado en 1951, narra la obsesión de un empresario, Delos David Harriman por viajar a la Luna; este es uno de los pocos relatos donde Heinlein menciona fechas: a fines de la década de 1970, en 1978. Harriman empieza a proponerles esta aventura como inversión a diferentes líderes de la industria y socios potenciales, pero la mayoría se niegan y lo tachan de loco y soñador: el combustible atómico aún es muy escaso y la estación espacial para generar el combustible ha estallado. La ingeniería de cohetes para combustíbles químicos apenas está en desarrollo y no hay mucha gente interesada por la Luna, pero Harriman está tan entusiasmado e ilusionado que convence al dueño de las empresas maker 6+ (refrescos, lo convence con los derechos de poner el nombre de su marca en la Luna mediante el marcado de grandes áreas con polvo oscuro), a una cadena televisiva explicándoles que la Luna sería una base de difusión mundial y no censurable, a un asociado anticomunista convenciéndolo de que si los soviéticos llegaban ahí primero, podrín poner en la Luna el escudo del martillo y la hoz, bueno, hace hasta ofertas de timbres postales cancelados en la Luna y vender placas con el nombre del inversionista (con lo que convence a muchos niños, aunque no dice que cada placa va a contener millones de nombres microscópicos). Al fin logra terminar la construcción de un cohete para llevar y traer a una persona de la Luna por lo que tiene que entrenar y asignar a un piloto, aunque estuviera ardiendo en deseos de ir. El piloto, Lelslie LeCroix, logra un viaje perfecto; cuando se conoce este hecho (y también el detalle de que la Luna está llena de diamantes), inician las inversiones en grande, la competencia y, en general, la etapa de la conquista lunar.
    D.D. Harriman ahora arde en deseos de ir en el segundo viaje a la Luna, pero como ya se ha convertido en un empresario tan importante, los inversionistas no quieren que arriesgue su vida y no lo dejan ir.
    El cuento acaba con Harriman resignándose a quedarse en Tierra, pero sabiendo que la Luna ya es un objetivo alcanzable.


Historiador inge y los futurísticos malditos.
Meshiko-Tenochtitlan.  09.03.14
----------------   TRASMISIÓN INTERRUMPIDA   -------------