Tetralogía Rama. |
Gentry Lee es ingeniero en jefe del Directorio de Sistemas de Control de Vuelo en JPL además de dedicarse a escribir ciencia ficción, creo que por eso impresionó tanto a Clarke.
Los libros que forman la saga de Rama y que —se supone, por lo menos— que conforman sus continuaciones son:
- Rama II (1989)
- El jardín de Rama (1991)
- Rama revelada (1993)
- Bright Messengers (1996)
- Double Full Moon Light (2000)
Portada de la edicón inglesa. |
Rama II. La continuación directa de "Rendezvous with Rama", escrita en parte por Clarke, pero casi todo el texto es de G. Lee. Después del encuentro con Rama, toda la humanidad entra a una etapa de optimismo y alegría exacerbadas (¡no estamps solos en el universo!, ¡y los extraterrestres no son agresivos!), esto desemboca en muchas fiestas, celebraciones, ostentaciones y despilfarros. Cuando se empieza a agotar el efectvo, el crédito entra en acción. Se presta en grandes cantidades como si la capacidad de pago fuera infinita. Esto desemboca en una crisis financiera de proporciones mundiales. Y hasta aquí escribió Clarke. Lo demás fue escrito por Lee (se nota en el estilo).
Gentry Lee usa la crisis global como excusa para deconstruir todo lo que había descrito Clarke, y también se apoya en un par de detalles: en la historia original se describe con lujo de detalle que los ramanes hacen todo por triplicado, esto deja el cabo suelto de que también hay 3 cilindros que van a pasar por el sistema solar; el otro detalle es que la narración original de "Rendezvous with Rama" presentaba a personajes planos, sin pasado, sin historia ni personalidad, hacían lo que tenían que hacer y ya; pero en Rama II, Lee se toma su tiempo para relatar la historia y motivaciones de los astronautas que van a hacer el viaje del encuentro con Rama II. Lee ya no menciona muchos detalles técnicos, se enfoca mucho en los personajes y sus conflictos durante el viaje, debido a esto, el autor no le dedica tiempo a desarrollar una historia: repite todo lo que hicieron en Rama, aunque con una pequeña ilogicidad: toda la exploración científica va a estar encaminada a determinar si Rama II es peligrosa o no (se pasan por el arco del triunfo toda la exploración y datos científicos recabados en la primera novela), en caso que que sea una amenaza, deben plantar tres bombas atómicas que llevan en secreto (estee..., los cilíndros ramanicos llevan viajando por el universo muchos años (siglos, seguramente) sorteando peligros, radiación, vientos solares de novas y estallidos gamma, aparte el primer Rama hasta tenía una mancha de impacto —quizá un asteroide— y el cilindro resistió sin mayor daño, es de suponer que tres bombitas atómicas no le van a hacer ni cosquillas). El general encargado de colocar y activar estas bombas, decide no hacerlo para no tener cargos de conciencia puesto que no hay evidencia científica de que sea un peligro, por lo que los terrestres deciden atacarlos con misiles nucleares (solamente hay que recordar que el cilindro Rama original ATRAVESÓ el Sol con ayuda de un campo de fuerza, a comparación de eso, un estallido nuclear es menos que un suspiro). Este general y los dos atronautas de mayor rango (hombre y mujer, nada más faltaba que se llamaran Adán y Eva) se pierden en las profundidades de Rama II y se quedan varados ahí, con destino desconocido.
Si Rama II desarrolló una trama ridícula, jalada de los pelos, que nada tiene que ver con la trama de la novela original y de hecho pierde todo contacto con la Tierra y la humanidad, esta tercera parte desarrolla una trama más ilógica y estrambótica, sobre todo si uno toma en cuenta el cuidado científico que tuvo Arthur C. Clarke en la novela original. La novela empieza donde terminó Rama II: Los tres astronautas varados en Rama II empiezan a vivir ahí mientras el cilindro sale del sistema solar. Los astronautas Adán y Eva (no, no es cierto, en realidad se llaman Richard Wakefield y Nicole des Jardins) se vuelven pareja y tiene cinco hijos —estee, no es que quiera arruinar la fantasía, pero, ¿cómo sobrevivieron?, principalmente, ¿qué comían? Está bien que Rama II tuviera plantas y agua, pero..., eran alienígenas. No estaban identificadas como comestibles y sobre todo: muy probablemente no eran compatibles bioquímicamente. Otra vez, el autor, Gentry Lee (las malas lenguas hablan de que Clarke ya tuvo muy poco que ver con la escritura del libro, tan sólo dar su aprobación y dejar que usaran su nombre) se pasa por el arco del triunfo estos "detallitos" técnicos y se enfoca en la vida de los personajes, su historia y reflexiones acerca de sí mismos y la humanidad. Gran parte de la novela se la pasa describiendo toda esta filosofía de los humanos extaterrestres (ya nacidos fuera de la Tierra). Después de doce años de viaje llegan a las cercanía de Sirio donde entran en contacto con un nodo ramano. Ellos entran a un módulo donde se les aplican pruebas fisiológicas y sicológicas durante un año mientras el cilindro Rama es reacondicionado. Reciben la orden de regresar a Rama con rumbo a la Tierra y recoger a otros dos mil humanos para estudiar la especie (??, bastante estrambótico, todo investigador sabe que cualquier estudio social, sicológico o físico resulta mejor si el sujeto estudiado se desenvuelve en su hábitat natural, de preferencia sin saber que lo están observando), cuando la Tierra recibe la comunicación, empieza a juntar un grupo de 2,000 personas, pero ante las prisas reclutan a muchos presidiarios (??, ¿las autoridades de la Tierra tienen la oportunidad de mandar a representantes humanos ante otra especie y solamente se les ocurre mandarles criminales?). Cuando Rama llega a su encuentro con la Tierra, el nuevo grupo de humanos aborda Rama a la que llaman "Nuevo Edén", puesto que el cilíndro ya está completamente acondicionado para la existencia humana, de hecho muchos de los "complejos industriales" que se mencionan en la novela original y que los astronautas bautizaron como ciudades, ahora sí cumplen su cometido como ciudades y albergan a diferentes grupos de humanos. Durante el viaje, el personaje principal, Nicole Wakefield, y su familia descubren a otras apecies de seres en Nuevo Edén (esteee..., no sé si soy solamente yo, pero, ¿no se les hace que la trama se complica muy artificialmente?, ¿como si trataran de meter nuevos elementos a la trama por medio de un deux ex machina?), los avianos y las octoarañas.
Como la "fina" sociedad en Nuevo Edén está formada por presidiarios, se empiezan a organizar en pandillas, mafias criminales y al final se impone el liderazgo del más fuerte, una dictadura tiránica y absolutista. Aunque ya es la recta final de este libro, la trama se vuelve enredada, trabajosa y pesada: ante la amenaza, la heroína y su familia se van a vivir con los avianos, aunque son localizados por los malos y tienen que huir de ahí.
Como buena telenovela, la trama se interrumpe uno de los momentos álgidos: la heroína cae en garras de los malos que la "juzgan" por traición y la sentencian a muerte.
Portada de una de las ediciones más recientes | en español. |
Ya con una trama enredada, articial, dramática y que al final no tiene nada que ver con la Rama original, llega la cuarta entrega de la saga con un 90% de paja literaria pop-filosófica donde uno se tiene que chutar páginas y páginas de reflexiones trascendentales de la protagonista Nicole Wakefield.
En el libro anterior, ella es detenida y sentenciada a muerte. Este libro se la pasa contando como escapa, se refugia con su familia y finalmente es ayudada por las octoarañas (que en el libro anterior son llamadas aracnopulpos), gran parte del libro se dedica a describir a estos alienígenas y su sociedad.
Al final llegan al Nodo ramano, un enorme tetraedro cercano a la estrella Tau Ceti, donde se les conduce a una especie de "Cámara de Conocimiento" donde se les suelta un choro mareador tipo new age donde se habla de Dios, la trascendencia de la especie humana y "no estamos solos, la verdad está allá afuera" (bueno, esto último es de mi cosecha, pero poco faltó para que lo dijeran los ramanes que por cierto son ahora conocidos como "Arquitectos de Rama").
Ante el comportamiento de los dictadores humanos, su violencia, miedo y xenofobia, los ramanes sacan su lado paternalista y justiciero y destinan a todos los malos a un planeta donde nunca nadie los va a molestar o siquiera a asomarse por ahí.
Está claro que estos libros cumplen al pie de la letra la regla de que "segundas partes nunca fueron buenas". Una buena opción para los que quieran aventurarse en un choro mareador seudofilosófico.
Aviano inge y los octoarácnidos malditos.
Meshiko-Tenochtitlan 21.09.2014
------------------- FIN DE TRASMISIÓN ------------------------
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