sábado, 25 de junio de 2016

Leído: “A la deriva en el mar de las Lluvias y otros relatos” (Nova fantástica n.º 3).


Edición y selección por Mariano Villarreal. Sportula ediciones, España, octubre 2015.

Después del éxito arrollador de la serie “Terra Nova”, Nova fantástica ha lanzado al mercado varias antologías de fantasía y ciencia ficción, dentro de esta colección, éste es el segundo volumen que sale a la luz. Está dedicado a la ciencia ficción contemporánea y contiene los siguientes relatos:



















1.- La señora astronauta de Marte (The Lady Astronaut of Mars), de Mary Robinette Kowal. Premio Hugo 2014 de relato. Traducción de Pilar san Román.
Relato bastante convencional, pero con una temática muy original; bien pensado, desarrollado y
lógico.
La primer mujer astronauta en llegar y colonizar Marte tiene ahora sesenta y tres años, se ha casado con uno de los hombres del equipo científico que participó en las expediciones: desgraciadamente este científico sí ha sufrido los estragos de la vejez: tiene que usar andadera, ya no tiene control de sus esfínteres…, es alguien que necesita atención las veinticuatro horas (bueno, veinticuatro y medio en Marte). En este marco a la exastronauta le es ofrecida la misión de su vida: viajar a un exoplaneta que ya se ha descubierto habitable en un viaje de tres años por medio de una honda marciana que es capaz de lanzar una nave a casi la velocidad de la luz. Al principio ella piensa que quieren mandar a alguien viejo porque la probabilidad de desarrollar cáncer debido a la exposición a rayos cósmicos en una misión de 3 años es casi del 100%, sin importar lo bueno que sea el escudo antirradiación, pero el verdadero objetivo del viaje es establecer un ancla para establecer un campo teseráctico, una deformación espacio-temporal que permitiría hacer este viaje en tres semanas.
Y de repente ella se encuentra en la disyuntiva de continuar haciendo lo que siempre ha querido u obedecer a sus instintos de cuidar a su marido. El punto de vista de una mujer es una gran ventaja en el tratamiento literario para describir los dilemas morales de la señora astronauta; la suave pero firme presión de las autoridades líderes del proyecto, la obligación moral de permanecer al lado de su marido, la lógica, el deber, los amigos…

Es un cuento suave, amable y hábil, correctamente situado para abrir una obra prometedora.


2.- Algoritmos para el amor (The Algorythms for Love), de Ken Liu. Finalista del premio Grand Prix de l’Imaginaire 2014. Traducción de Carlos Pavón.
Un cuento que ya había sido traducido al español y publicado en la antología “25 minutos en el futuro”, es muy interesante leer esta traducción y compararla con la traducción mexicana, se tienden a enriquecer los puntos de vista.
La inteligencia artificial ya ha avanzado hasta el grado de pasar una prueba Turing, con la capacidad de procesar lenguaje natural, analizar las frase que escucha y sintetizar frases gramaticalmente correctas, aparte de reconocimiento de patrones visuales, etc. Una egresada del MIT (Massachusetts Institute of Technology – Instituto Tecnológico de Massachusetts) se le ocurre conjuntar todos los elementos y avances de IA, robótica y maniquíes reales y empieza a hacer muñecas sorprendentemente reales; forma una compañía para venderlas logrando un éxito casi instantáneo. Poco a poco las muñecas se van haciendo más reales y con IA integrada más sofisticada. Hasta que ocurre la tragedia: la protagonista del cuento se embaraza, pero su bebé nace con un defecto cardíaco y solamente vive 91 días, además, ella queda con el útero dañado así que ya no podrá tener hijos, así que decide fabricar una muñeca en su honor, Aimée, sin embargo, con todos los adelantos en IA y la fabricación tan cuidadosa, construyen una muñeca tan real que se topan con el valle extraño.

La teoría del valle extraño (también llamado valle inquietante o inexplicable) debe su nombre a las gráficas estadísticas de aceptación de muñec@s IA. Los muñecos son aceptados positivamente por el público mientras dejan su aspecto robótico y se parecen cada vez más a los humanos. Pero cuando los muñec@s IA ya toman un aspecto demasiado humano, casi indistinguible de una persona real, se muestra un rechazo casi total del público general. Gráficamente parece la ladera de una montaña: ascendiendo positivamente, y de repente se revierte la tendencia y se muestra una caída casi en verttical (solamente como dato interesante: esto también ocurre con personajes de animación o CGI).

Tras el fracaso económico de Aimée, la protagonista se plantea un nuevo reto: una muñeca hiperrealista en todos los sentidos; trabaja en Sara durante cuatro años en un secreto total usando prótesis de nivel quirúrgico, ya a nivel de los que se usan para trasplantes, pero lo mejor de todo era la IA y el hardware integrado. Lo único que la podría distinguir de un humano es que no tenía motores de movimiento abajo del cuello. Sin embargo, cuando la presenta con su esposo para que la cuide durante un par de horas, éste la confunde con una niña real.
Después de una semana en que ella sigue adiestrando a Sara para su interacción con el mundo real, le cuenta todo a su esposo; éste reacciona con sorpresa y después con entusiasmo al imaginar todas las aplicaciones que tendrá una IA que ha superado con creces el test de Turing. Pero ya algo ha cambiado en la protagonista: ha estado tan inmersa en la IA, ha estado 100% involucrada en la creación de Sara y le resulta casi obvio adivinar lo que Sara va a decir a continuación; se empieza a dar cuenta que también puede predecir lo que van a decir sus compañeros de trabajo, sus amigos y hasta su esposo; también la resulta evidente que nuestras actitudes, su matrimonio y hasta las acciones románticas de su esposo son predecibles, como si todo nuestro pensamiento estuviera basado en un algoritmo, como si las personas, el pensamiento humano no fuera diferente a la IA Sara. Esto lo lleva a la locura, a destruir a Sara e incluso a tratar de suicidarse.

Ken Liu toca uno de los aspectos de la filosofía contemporánea: ¿y si las máquinas con IA estuvieran al nivel de la inteligencia humana? ¿Nos suplantarían? ¿Lucharían por su supervivencia, nos harían la guerra? ¿En qué es diferente la inteligencia humana a una IA avanzada? Cuando uno reflexiona acerca de los alcances filosóficos de la IA, es fácil perder piso y pensar que la IA va a tener los alcances y potencialidad de la inteligencia biológica. Esta es la base de la teoría de la singularidad, la postulación del hecho de que la tecnología avanza tanto y a un paso tan rápido que en un futuro próximo las AI van a igualar y a superar la inteligencia biológica.
Convendría recordar que la inteligencia humana también está caracterizada por la imaginación y creatividad; por la autoconciencia, la abstracción y el seguimiento y reconocimiento de patrones aleatorios y aparentemente sin conexión; no conocemos cómo es que logramos realizar estas hazañas de la mente. ¿Si no lo conocemos a detalle, cómo podríamos sistematizarlo para plasmarlo en un algoritmo?


3.- Frigonovia (Bridesicle), de Will McIntosh. Premio Hugo 2010 de relato corto y Asimov’s Reader Poll, finalista del premio Nebula 2009. Traducción de Carlos Pavón. 
Cuento un poco más convencional, mezcla de forma muy imaginativamente varios elementos ya bastante conocidos de la CF: la hibernación (o congelación, idea muy popular); el uso de nuestra mente o cerebro para “guardar” o “almacenar” a otra persona y, claro, la búsqueda del amor.

El argumento principal del cuento se basa en usar cuerpos congelados como posibles parejas: el ─ejem─ “candidat@” puede “descongelar” o “revivir” durante un rato a su posible pareja para entrevistarse con él/ella y poder conocerse.

No es realmente una historia trascendental o que nos haga reflexionar, pero está bien hecha y es divertida.

4.- Regreso a casa (The Homecoming), de Mike Resnick. Finalista del premio Hugo 2012 de relato. Traducción de Manuel de los Reyes. 
Tengo que hacer una confesión: no tenía muchas ganas de leer el cuento de Resnick debido a que es el autor de la peor novela de CF que haya yo leído: “Santiago: un mito del futuro lejano”. Una vez leí un pequeño ensayo de Isaac Asimov donde le daba consejos a los aspirantes a escritores de CF; dentro del ensayo se citaba una discusión bizantina que Asimov sostuvo con su editor, John W. Campbell Jr. Donde discutían acerca de lo que es la CF. Ya no recuerdo las palabras exactas, pero recuerdo que Campbell explicaba que lo que sí sabía es lo que NO era CF: no son relatos de vaqueros en el espacio; es decir, si un relato puede cambiar sus astronautas, exploradores o pilotos por vaqueros, cuatreros y jinetes, si puede cambiar extraterrestres por indios, planetas y galaxias por ranchos, haciendas y territorios, entonces el relato no es CF; es simple ficción. Ficción fantástica tal vez, cuando mucho (es por esto que toda la saga Star Wars técnicamente no es CF). La novela “Santiago:….” de Resnick es precisamente esto: una novela de vaqueros usando objetos de CF; una novela descarada y cínica que presentaba todos los aspectos de un mal argumento. Fue hasta que leí que Resnick ha escrito muchos cuentos y novelas de muy diferentes estilos dentro del género de fantasía y CF que me di cuenta que bien pudo haber sido un experimento, un juego literario, y este cuento prueba sobradamente este punto: la ciencia ficción (exobiología en este caso) está muy bien mezclada y se usa para cimentar y afianzar el relato junto con el factor humano (la vejez y el Alzheimer).

Este es uno de los cuentos más estéticos y bien escritos que haya yo visto, utiliza el relato fantástico dentro de la narración cienciaficcioñera, logrando que nuestra atención se fije en varios niveles…, quizá el mejor de toda la antología.

5.- La verdad de los hechos, la verdad del corazón (The Truth of Fact, the Truth of Feeling), de Ted Chiang. Finalista del premio Hugo 2014 de relato. Traducción de Manuel de los Reyes. 
Un muy buen relato que muestra uno de los aspectos en los que está cimentada la CF: cómo los
avances tecnológicos afectan nuestras vidas, nuestras relaciones sociales, perspectivas, nuestra cultura, expectativas, etc.

El relato cuenta cómo las microcámaras personales y los registros automatizados de TODOS los sucesos de nuestra vida (llamados lifelogs) cambian la forma en que se relacionan un padre (protagonista del cuento) y su hija. El cuento entrelaza con otra historia paralela que muestra analogías muy sutiles: cómo la llegada del alfabeto y la escritura de los colonizadores europeos cambian toda la vida y relaciones de las tribus africanas.

Aparte de regalarnos una historias preciosamente humana, llenas de reflexiones y aprendizajes, Ted Chiang nos deja un mensaje impresionante y totalmente cienciaficcioñero: la tecnología va a seguir llegando. Los cambios sociales van a seguir ocurriendo, para bien Y para mal; no es lógico tener una actitud pasiva y apática y dejarse llevar por la corriente y mucho menos una actitud de necedad y resistencia conservadora, es mejor tomar los elementos que más nos convengan y adaptarnos así a los cambios sociales.
Repitiendo la última frase de la presentación del cuento: una pequeña obra maestra.


6.- Si fueras un dinosaurio, amor mío (If You Were a Dinosaur, my love), de Rachel Swirsky. Premio Nebula 2013 de Relato corto y finalista del Hugo. Traducción de Pilar san Román.
Más que relato podría considerarse ensayo, aunque para los latinoamericanos esté más cerca del realismo mágico entrando en los terrenos de la ciencia ficción. Aunque técnicamente no es un cuento, tiene uno de los tratamientos literarios más bellos y plásticos del género, es un escrito de amor de una esposa a su esposo, usando la analogía de cómo sería su amor si él fuese un dinosaurio.

El cuento tiene el atractivo adicional de que levantó la rabia y el repudio de los grupos más reaccionarios y radicales (los puppies) que amenazan con destruir el prestigio de los premios Hugo.

7.- La Amaryllis (Amaryllis), de Carrie Vaughn. Premio WSFA Small Press 2011 y finalista del premio Hugo 2011. Traducción de Carlos Pavón. 

Cuento que curiosamente es brillante, inquitante y que deja muchas cosas a la imaginación.
Estamos en la Tierra postapocalíptica; esta vez el apocalipsis se debió a la sobrepoblación y agotamiento de recursos naturales (no lo dice explícitamente, todo se deja a la imaginación). La anécdota del cuento es muy simple, pero lo principal son las descripciones del ambiente, la estructura social, la nueva explotación de recursos que tiene que hacerse en forma estrictamente medida y delimitada.

Cuento muy bien escrito y desarrollado que compromete al lector a poner de su parte para poder imaginar al nuevo mundo y lo que pasó en el apocalipsis.

8.- A la deriva en el mar de Lluvias (Adrift on the Sea of Rains), de Ian Sales. Novela corta,
Premio British Science Fiction 2012 y finalista del Sidewise 2012. Traducción de Diego de los Santos. 
Ya en la categoría de novela corta, un relato muy bien trabajado dentro de la CF Hard.
Estamos en una Tierra ucrónica, la historia se ha desviado sólo un poco a partir de que EUA decidió seguir apoyando el programa Apolo hasta llegar al punto de construir una base lunar. La URSS decidió no darle seguimiento a su programa espacial y a cambio se concentró en su carrera armamentista. Gran parte del relato cuenta cómo el equipo de astronautas varados en la Luna son testigos impotentes del intercambio nuclear, la muerte de la tierra y su propia sentencia de muerte, pues cuando se les acaben los suministros habrá llegado el fin definitivo.

Parte de la misión de los astronautas en la Luna es investigar y probar un extraño aparato nazi que fue encontrado en la Alemania derrotada en 1945. Popularmente se le conoce como “la Campana”, aunque su designación técnica es “generador de campos de torsión”; se descubre que para funcionar necesita estar en el vacío, por eso la investigación se sigue haciendo en la Luna. También se descubre que su objetivo es desplazar objetos a universos paralelos, así que todos los astronautas saben que su única posibilidad es que la Campana les encuentre un lugar adecuado y que los transporte ahí…, función que la Campana cumple cabalmente. El universo paralelo al que los transporta es igual al universo real donde vivimos.
A través de telescopios lunares, los astronautas ven una estación espacial, piensan que es una estación equivalente a la que conocen en su universo (estación “Freedom”), así que uno de los astronautas viaja de la Luna hacia la estación, pero cuando se acerca descubre que tiene caracteres cirílicos en rojo por lo que concluye que es soviética y que los rusos ganaron la 3a guerra mundial.
Lleno de furia estrella su vehículo contra la estación pensando que así vengaría parte de la derrota americana; lo último que ve de la estación destruida es la inscripción en cirílico: “MIR” (“PAZ” en español).

Tras un relato con una muy alta densidad técnica, siempre es bueno terminar con una pequeña reflexión: entrar a otro mundo, a otro universo o simplemente el conocer a otra persona no implica que también tiene una historia análoga o parecida a la nuestra.

Derivado inge y los lluviosos malditos.
Meshiko-Tenochtitlan  18.06.16
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