Portada de la edición en español de "Retorno de las Estrellas".
La trama está basada en el regreso de un grupo de astronautas a la Tierra después de un viaje interestelar de exploración. Debido a efectos relativistas por la velocidad del viaje, el tiempo a bordo de la nave es de apenas 10 años, pero en el planeta han pasado 127. El personaje principal se llama Hal Bregg y toda la novela trata de sus esfuerzos de adaptación a la nueva sociedad.
A primera vista parecería que la historia está basada en el efecto del "agente externo", es decir, una personaje ajeno a la civilización o cultura descrita y que puede relatarnos y/o describirnos la visión del autor de esta civilización/cultura. Aunque este recurso no es ni bueno ni malo, su utilización requiere mucha cautela porque puede conducir al desastre de un argumento (La versión 2009 de Star Trek). Sin embargo, Lem utiliza este recurso de forma increíblemente efectiva; casi toda la obra de Lem es bastante pesimista y reflexiva. Su obra más famosa, Solaris, concluye en la retirada de los humanos del planeta porque son totalmente incapaces de comprender las acciones el oceano de Solaris; saben que es un ser vivo individual, pero no saben si lo que hace es malo, en una reacción de autodefensa o es un simple reflejo nervioso. Sólo saben que los está lastimando. Ellos se van y a nosotros, como lectores cienciaficcioñeros, nos queda la mente llena de preguntas y reflexiones.
Portada de la primera edición en inglés.
"Retorno de las Estrellas" es la forma de Lem de presentar una historia utópica a través de su personaje Bregg. Regresa a su mundo hogar y lo primero que se describe es su choque cultural, se encuentra con una cultura y sociedad que no entiende (es muy destacable la narración de su confusión al tratar de entender el funcionamiento del edificio de llegada en la Tierra y su angustia porque ni siquiera sabe cómo salir de ahí).
Poco a poco va conociendo una sociedad terrestre que parece utópica: no hay violencia, crímenes ni guerra; la tecnología ya está suficientemente avanzada para garantizar que no ocurran accidentes, donde los robots hacen todo el trabajo manual: desde las fábricas hasta los servicios domésticos; los humanos ya se dedican a planear, a pensar, a dirigir, a ser seres culturales. Y para información de los que tienen una educación hollywoodense: no, no hay gato encerrado, no hay trucos, no hay alguna trampa escondida ni nada de nada.
El astronauta Hal Bregg, personaje principal de la novela, aprende que todo esto se ha logrado a través de un proceso llamado "betrización", una sustancia que se inyecta a todos los humanos al momento de nacer y altera su bioquímica para que ya no tengan tendencias violentas de ninguna clase. Eso es todo. Sin efectos secundarios, sin disminuciones a las capacidades intelectuales o libertad moral o ética; esto, aunado al descubrimiento y desarrollo de tecnologías de control inercial (donde uno podría estar a bordo de una máquina que acelere a 200 Km/s^2 y no sufrir efectos inerciales, nada de sufrir 3 o 4 g de gravedad ni nada) han logrado eliminar riesgos y accidentes. Toda la sociedad y civilización están bien.
Lo que está mal, descubre Bregg, somos los humanos -o más bien, los humanos originales, los no "betrizados". La betrización elimina todo el mal y hasta el deseo de hacer el mal en los humanos, pero eliminar todo el mal implica que tembien se elimina todo el bien. Tomemos el ejemplo más dramático y directo que usa Lem: el romance y la pasión.
Todos sabemos que la pasión desmedida tiene efectos negativos: uno puede asesinar a alguien por celos, puede llegar a la obsesión y hasta el asesinato del ser amado. Un amor y miedo extremos pueden producir actos grotescos: el que un padre o una madre maten a sus hijos ("es que los quería tanto que no quise que sufrieran mi pobreza, por eso los maté"), y ni hablar de las pasiones por la patria (patrioterismo), por creencias o por un sueño o ideal (por ridículo o justo que uno piense que es), esto produce incluso guerras mundiales. Así que eliminar las pasiones es recomendable, al parecer; pero las pasiones también producen acciones admirables o heróicas: Orfeo desafiado a Hades y a todo el inframundo para rescatar y resucitar a su amada Eurídice, Romeo y Julieta prefiriendo la muerte antes que estar separados, el emperador Sha Jahan construyendo el Taj Mahal en honor a su esposa muerta, Mumtaz Mahal. Al eliminar el riesgo de las pasiones también se elimina una de las chispas más bellas que han acompañado a la humanidad desde su aparición.
Pero la betrización también tiene efectos un poco menos abstractos: todos los humanos tienen una aversión a la violencia, los accidentes y la muerte. Esto implica que también tienen aversión a arriesgar su integridad física, a aventurar su salud o a exponerse a accidentes y/o peligros. Esto implica aversión a todo lo que sea aventura y exploración. Lem incluso usa a un par de autores para defender teóricamente esta idea y banalizar la simple idea de la exploración.
En este contexto, Bregg y Olaf Staave, el otro astronauta sobreviviente a su viaje de exploración se dan cuenta de que la humanidad ha matado a lo humano en ella. Al principio no se adaptan al mundo porque no lo conocen (Lem relata que los dos han rechazado la ayuda de ADAPT, un programa de adaptación social para humanos como ellos que quieren vivir en la Tierra. Al principio esta actitud de los personajes parece extraña, pero después es casi obvia cuando uno piensa que no querían "amaestrarse" sino ser ellos mismos), pero después prefieren ser rechazados sociales antes que "adaptarse" a la sociedad.
Portada de la primera edición en polaco.
Al final de la novela, los compañeros astronautas de Bregg que también rechazan esta cultura preparan otra misión de exploración (supongo que para que cuando regresen encuentren una sociedad más humana). Sin embargo, Bregg rechaza ir en este viaje, se casa (en una extraña relación con una mujer betrizada que está entre el amor, la obsesón y la locura) y, aunque no se betriza, contempla el futuro con esperanza de encontrar alguna forma de adaptarse o comprender los cambios en la sociedad o por lo menos vivir con un poco más de paz.
Retornado inge y los betrizados malditos.
Meshiko-Tenochtitlan 24.06.2010
----------------- FIN DE TRASMISIÓN -----------------
A primera vista parecería que la historia está basada en el efecto del "agente externo", es decir, una personaje ajeno a la civilización o cultura descrita y que puede relatarnos y/o describirnos la visión del autor de esta civilización/cultura. Aunque este recurso no es ni bueno ni malo, su utilización requiere mucha cautela porque puede conducir al desastre de un argumento (La versión 2009 de Star Trek). Sin embargo, Lem utiliza este recurso de forma increíblemente efectiva; casi toda la obra de Lem es bastante pesimista y reflexiva. Su obra más famosa, Solaris, concluye en la retirada de los humanos del planeta porque son totalmente incapaces de comprender las acciones el oceano de Solaris; saben que es un ser vivo individual, pero no saben si lo que hace es malo, en una reacción de autodefensa o es un simple reflejo nervioso. Sólo saben que los está lastimando. Ellos se van y a nosotros, como lectores cienciaficcioñeros, nos queda la mente llena de preguntas y reflexiones.
Portada de la primera edición en inglés.
"Retorno de las Estrellas" es la forma de Lem de presentar una historia utópica a través de su personaje Bregg. Regresa a su mundo hogar y lo primero que se describe es su choque cultural, se encuentra con una cultura y sociedad que no entiende (es muy destacable la narración de su confusión al tratar de entender el funcionamiento del edificio de llegada en la Tierra y su angustia porque ni siquiera sabe cómo salir de ahí).
Poco a poco va conociendo una sociedad terrestre que parece utópica: no hay violencia, crímenes ni guerra; la tecnología ya está suficientemente avanzada para garantizar que no ocurran accidentes, donde los robots hacen todo el trabajo manual: desde las fábricas hasta los servicios domésticos; los humanos ya se dedican a planear, a pensar, a dirigir, a ser seres culturales. Y para información de los que tienen una educación hollywoodense: no, no hay gato encerrado, no hay trucos, no hay alguna trampa escondida ni nada de nada.
El astronauta Hal Bregg, personaje principal de la novela, aprende que todo esto se ha logrado a través de un proceso llamado "betrización", una sustancia que se inyecta a todos los humanos al momento de nacer y altera su bioquímica para que ya no tengan tendencias violentas de ninguna clase. Eso es todo. Sin efectos secundarios, sin disminuciones a las capacidades intelectuales o libertad moral o ética; esto, aunado al descubrimiento y desarrollo de tecnologías de control inercial (donde uno podría estar a bordo de una máquina que acelere a 200 Km/s^2 y no sufrir efectos inerciales, nada de sufrir 3 o 4 g de gravedad ni nada) han logrado eliminar riesgos y accidentes. Toda la sociedad y civilización están bien.
Lo que está mal, descubre Bregg, somos los humanos -o más bien, los humanos originales, los no "betrizados". La betrización elimina todo el mal y hasta el deseo de hacer el mal en los humanos, pero eliminar todo el mal implica que tembien se elimina todo el bien. Tomemos el ejemplo más dramático y directo que usa Lem: el romance y la pasión.
Todos sabemos que la pasión desmedida tiene efectos negativos: uno puede asesinar a alguien por celos, puede llegar a la obsesión y hasta el asesinato del ser amado. Un amor y miedo extremos pueden producir actos grotescos: el que un padre o una madre maten a sus hijos ("es que los quería tanto que no quise que sufrieran mi pobreza, por eso los maté"), y ni hablar de las pasiones por la patria (patrioterismo), por creencias o por un sueño o ideal (por ridículo o justo que uno piense que es), esto produce incluso guerras mundiales. Así que eliminar las pasiones es recomendable, al parecer; pero las pasiones también producen acciones admirables o heróicas: Orfeo desafiado a Hades y a todo el inframundo para rescatar y resucitar a su amada Eurídice, Romeo y Julieta prefiriendo la muerte antes que estar separados, el emperador Sha Jahan construyendo el Taj Mahal en honor a su esposa muerta, Mumtaz Mahal. Al eliminar el riesgo de las pasiones también se elimina una de las chispas más bellas que han acompañado a la humanidad desde su aparición.
Pero la betrización también tiene efectos un poco menos abstractos: todos los humanos tienen una aversión a la violencia, los accidentes y la muerte. Esto implica que también tienen aversión a arriesgar su integridad física, a aventurar su salud o a exponerse a accidentes y/o peligros. Esto implica aversión a todo lo que sea aventura y exploración. Lem incluso usa a un par de autores para defender teóricamente esta idea y banalizar la simple idea de la exploración.
En este contexto, Bregg y Olaf Staave, el otro astronauta sobreviviente a su viaje de exploración se dan cuenta de que la humanidad ha matado a lo humano en ella. Al principio no se adaptan al mundo porque no lo conocen (Lem relata que los dos han rechazado la ayuda de ADAPT, un programa de adaptación social para humanos como ellos que quieren vivir en la Tierra. Al principio esta actitud de los personajes parece extraña, pero después es casi obvia cuando uno piensa que no querían "amaestrarse" sino ser ellos mismos), pero después prefieren ser rechazados sociales antes que "adaptarse" a la sociedad.
Portada de la primera edición en polaco.
Al final de la novela, los compañeros astronautas de Bregg que también rechazan esta cultura preparan otra misión de exploración (supongo que para que cuando regresen encuentren una sociedad más humana). Sin embargo, Bregg rechaza ir en este viaje, se casa (en una extraña relación con una mujer betrizada que está entre el amor, la obsesón y la locura) y, aunque no se betriza, contempla el futuro con esperanza de encontrar alguna forma de adaptarse o comprender los cambios en la sociedad o por lo menos vivir con un poco más de paz.
Retornado inge y los betrizados malditos.
Meshiko-Tenochtitlan 24.06.2010
----------------- FIN DE TRASMISIÓN -----------------
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