sábado, 17 de septiembre de 2011

El Jinete en la Onda del Shock

El Jinete en la Onda de Shock (Shockwave Rider, 1975) es una novela de ciencia ficción escrita por John Brunner.

Portada de la primera edición en inglés, 1975. Aunque la traducción del título está bien, es de notar que en inglés suena mucho mejor.

Esta novela se inspiró en el libro "El Shock del Futuro" (Future Shock) de Alvin Toffler donde se describen algunas tendencias sociales hacia el futuro; el punto principal es la disponibilidad de mucha información todo el tiempo en una sociedad post-industrial donde los cambios van a abrumar a la gente causando estrés y desorientación. A este fenómeno es lo que llamó shock o sobrecarga de información. Basado en este fenómeno, Brunner describe una sociedad distópica de principios del siglo XXI agregando algunas extrapolaciones de lo que pasaba a principios de la década de 1970 y lo que se pensaba: el gobierno es una oligarquía de facto, controlada por el crimen organizado, los servicios educativos siguen existiendo, pero sólo en teoría porque las escuelas son tierra de nadie donde pueden ocurrir asaltos, asesinatos y violaciones impunemente, toda la ciudadanía está firmemente regulada y controlada por leyes y reglamentos, todo lo que hacemos, nuestros datos personales. profesionales y escolares, toda nuestra historia, ingresos, egresos, podemos hacer y lo que nos es prohibido están manejados por computadoras; existe una extensa red de comunicaciones de computadoras que intercambian datos entre ellas, intercambiando nuestras personalidades y capacidades (ejem..., más o menos como funciona el mundo actualmente), decidiendo quién tiene agua y quién no, quién tiene servicio eléctrico y quién se queda a oscuras, etc.
Violencia escolar. La cienciaficcioñera "The Shockwave Rider" fue escrita en 1975, toda coincidencia con el estado del mundo real en 2011 es mera coincidencia. De verdad.
Los privilegios de acceso a la información depende de tu nivel laboral y gubernamental, entre más importancia y poder tenga uno, uno llega a poseer una clave de acceso con más permisos, siendo los más privilegiados los políticos y militares de alto rango.
En medio de esta sociedad violenta y distópica surge un niño que se distingue por astuto y listillo, Nick Haflinger, que es detectado y "extraido" (por medio de un operativo armado, por supuesto) de su escuela normal para ingresar a una escuela para niños superdotados -Tarnover-  donde se le enseña cómo funciona realmente el mundo y se les entrena para que en el futuro lo mantengan funcionando. Haflinger siente que el mundo está mal, unos pocos ejercen el poder pero la mayoría sufre un regimen estricto y brutal. Cuando averigua que se están haciendo experimentos genéticos humanos en Tarnover y los seres creados simplemente se desechan cuando dejan de ser útiles a los experimentos, decide escapar, no sin antes robar una clave de acceso de muy alto nivel.

Para alguien que conoce a fondo los entretelones de la sociedad y el gobierno y que aparte tiene el talento innato (practicamente virtuoso) para usar computadoras es muy fácil crear y borrar personalidades en la red. Poniendo los datos correctos en los lugares correctos, puede volverse cualquier persona. Cuando ya ha pasado demasiado tiempo bajo una "personalidad", simplemente programa un datófago que borre todo rastro de esa persona y arma a otra. Brunner, el autor, aprovecha bien esta vida "nómada-virtual" y describe los diferentes aspectos de la sociedad del siglo XXI desde distintos puntos de vista.
Portada de la primera edición en español.
Cuando Nick Haflinger adopta una personalidad de gigoló (bajo el nombre Sandy Locke) logra convencer a su amante de conseguirle un puesto en su empresa y conoce a la hija de su amante (un mujer inteligente e interesante, aunque no muy hermosa), como su posición socioeconómica es cómoda, se queda con su personalidad de gigoló y empieza a ocurrir lo que siempre trató de evitar: es tan brillante en su trabajo que empieza a llama la atención. Un agente de su antigua escuela, Tarnover, concerta una cita para conocerlo. Este es el punto de conflicto de su novela. John Brunner se apoya en este punto de conflicto para resaltar el tema principal de la novela: el shock emocional e intelectual, tanto a nivel personal como social: Nick Haflinger es tan sólo uno de los afectados de vivir en una sociedad tan rígida, tan cambiante; tan sólo se necesita un poco de presión para sacar a flote su inestabilidad emocional.
Ante la amenaza de la visita del agente de Tarnover, Nick decide huir y en medio de su alarma y confusión emocional, decide confiarle toda su historia a la hija de su amante (Kate Lilleberg) principalmente porque ella demuestra ser más crítica e inteligente que el resto de la sociedad.

Ella lo ayuda en su huida, lo lleva a una de las "zonas de compensación legal", zonas que viven relativamente libres de la opresión gubernamental viviendo bajo un subsidio gubernamental a cambio de que que vivan sin apoyos tecnológicos ni la infraestructura tecnológica del S.XXI.
Brunner explica en la novela que las zonas de compensación legal se formaron a partir del "gran terremoto" que ocurrió en California a principios de siglo y destruyó casi todas las ciudades de la zona. Reparar e instalar infraestructura tecnológica requeriría mucho tiempo, esfuerzo y dinero, así que el gobierno toma el camino más fácil y crea zonas de exclusión.
Específicamente, Kate lleva a Nick a un pueblo llamado "Precipicio" (como las zonas de compensación surgieron de las comunidades formadas a partir de la destruccción del terremoto, generalmente tienen nombres pesimistas y que recuerdan al desastre). Este pueblo es la cede del servicio telefónico nacional llamado "Oyente Silencioso" (Hearing Aid en inglés), un servicio de ayuda que cobra sentido en medio de una sociedad reprimida y enloquecida: uno llama a ese teléfono (999-999-9999) y puede uno hacer y decir lo que quiera, contar tus problemas, presiones, llorar o relatar toda tu vida, permanecer en silencio o suicidarte mientras estas en la línea. Toda respuesta es "Solamente yo escuché eso, espero haberte ayudado": En medio de la sociedad tan disfuncional que describe Brunner, el Oyente Silencioso es una gran ayuda. Nick encuentra que todas las llamadas al Oyente Silencioso (a pesar de su baja tecología) están siendo monitoreadas, analizando la actividad de la red, se da cuenta que se están realizando backups masivos así que modifica uno de los gusanos que ha hecho -el "gusano de cintas de computadora"-; y monitoree la línea telefónica para bloquear cualquier oto intento de monitoreo; no sólo eso, el gusano está tan bien programado que en caso de que lo ataquen o intenten quitarlo de la red va a enredar tanto los datos que va dejar inutilizada la red (yep, Brunner fue el que inventó la palabra "gusano" para designar a programas escondidos capaces de alterar o destruir datos), aunque, consciente de que se pueden reemplazar los datos recuperando un respaldo, desarrolla adaptaciones a su gusano para hacer alteraciones a nivel hardware y destruir la red.
Al igual que en el mundo real de principios del S.XXI, la sociedad descrita por Brunner está llena de pandillas y tribus. De verdad, todo parecido es mera coincidencia.
Un grupo de pandillas y tribus se acercan a atacar Precipicio (muy probablemente azuzados por el gobierno) y alcanzan a quemar la casa de Kate y Nick antes de ser neutralizados; aunque los pandilleros casi no causan destrozos, sí afectan emocionalmente a Nick, causandole una sobrecarga sicológica: culpa del incidente y golpea a Kate, antes de irse del pueblo, lleno de remordimientos.
Con el shock emocional a cuestas, Nick hace una tontera que causa que las fuerzas gubernamentales lo localicen y lo capturen. Participa como retador en una especie de circo romano donde hay peleas, retos mortales, premios a los ganadores y trasmisión televisada en directo.

Nick es llevado a una celda de interrogación en Tarnover y es interrogado por otro egresado, Paul Freeman. Conforme Nick Haflinger le va relatando toda su historia, motivaciones y acciones, Freeman se va dando cuenta que tiene más en común con Haflinger que con el gobierno. Le permite escapar y robarse su clave de alto nivel para acceso a la red cuando se enteran que Kate ya ha sido capturada y está siendo trasladada a Tarnover para presionar a Nick para que confiese todo. Con la clave robada, Nick se crea una nueva personalidad, como Mayor del ejército y se asigna a Kate como su prisionera; con estos datos consigue retenerla y escapar con ella.
Esta vez, Nick sí tiene un plan de ataque, no piensa en huir con Kate durante meses a las zonas de compensación legal, en vez de ello diseña un gusano indetectable para desclasificar todos los documentos en la red y acabar con todos los secretos (otra vez: todo parecido con Wikileaks es mera coincidencia). Con su clave y las terminales de sus aliados (académicos y simpatizantes habitantes y exhabitantes de las zonas de compensación) va programando y diseminando el gusano; finalmente el gusano es terminado y activado, haciendo pública en la red todos los oscuros secretos del gobierno (experimentos genéticos que producen niños lisiados que luego son desechados, crímenes efectuados y protegidos por políticos en altos cargos, abusos sociales y económicos de las corporaciones...) e incluso se les manda email a los directamente afectados.

En venganza, el gobierno ordena un ataque nuclear contra Precipicio, pero la población es advertida mediante una llamada a Oyente Silencioso por lo que Nick se apresura a crear otra personalidad en la red con autoridad suficiente para cancelar el ataque.

La novela termina de forma optimista con toda la información circulando libremente por la red y con un gobierno formado por concenso de la población.

Gusanos y cómo se va extendiendo su infección. La palabra y el concepto se acreditan a John Brunner y su "Shockwave Rider".
Me extendí explicando la trama porque pienso que esta novela tiene 2 puntos muy brillantes y contrastantes: uno muy bueno y uno muy malo.
El bueno es el planteamiento, la ambientación, la recreación social, el uso de los personajes, sus personalidades y situaciones para narrar diferentes aspectos del mundo. En este punto quisiera aclarar que la brillantez de la novela no consiste en examinar la descripción de la sociedad en la novela, compararla con la sociedad en el mundo real y exclamar "es que le atinó", como dije, esa es mera coincidencia. Lo verdaderamente importante es que Brunner se apoyó en un cimiento sólido, lógico e hilado (también ayuda el apoyarse o inspirarse en estudios, ensayos y datos reales, en este caso el libro "El Shock del Futuro" de Toffler), mostrándonos cómo se puede lograr un mundo futuro igual de sólido que sus cimientos.
El punto malo es el tratamiento literario del final de la novela. El personaje principal, Nick Haflinger hace tonterías debido a su sobrecarga emocional, lo capturan, ¿y el autor lo debe dejar libre para que cumpla su misión de superhéroe, rescatar a su novia y a todos sus amiguitos, derrocar al malvado imperio gobierno y salvar a la sociedad? En primera como que suena al temido Deux ex Machina, en segunda, los cienciaficcioñeros que ya llevamos camino recorrido en esto de la cifi, ya conocemos los caminos de la ucronía y la inercia histórica: los cambios sociales no ocurren por la mera influencia o acciones de un superhéroe (o superhacker o lo que sea). Los cambios sociales e históricos se dan por las condiciones de educación, cultura, economía, violencia/paz y por los antecedentes históricos en un momento dado. John Brunner describe toda la astucia, inteligencia y virtuosismo de su personaje principal, Nick Haflinger, pero al final lo rebaja al nivel de un "rescatador" hollywoodense, siendo que pudo haber alcanzado la cumbre del heroísmo que alcanzó Ozimandias (Adrian Veidt) en la novela gráfica "Watchmen" de Alan Moore: tomó acciones cuyo efecto tuvieron un efecto social tan profundo que logró cambiar el rumbo de la historia y evitó la guerra nuclear.

Portada de la edición alemana. Muy buena imagen para terminar el post.
Shokeado inge y los jinestescos malditos.

Meshiko-Tenochtitlan  17.9.2011
-----------------------   FIN DE TRASMISIÓN   -----------------------

5 comentarios:

X dijo...

Inge, para ti Adrian Veidt es un héroe?

Israel Laureano dijo...

Como dije en el post de ucronías, los héroes son solamente accidentes históricos. Son personas comunes y corriente que estaban en el lugar correcto en el momento correcto; en el caso de Ozymandias (Adrian Veidt) vió y vivió directamente la criminalidad, las políticas públicas y sus consecuencias, llegó a pensar más ambiciosamente cuando quería "ayudar" a todo el país (la última reunion de todos los Watchmen, cuando el Comediante quemó el mapa de Ozimandias [según la película, del Capitán Metrópolis según el cómic]), pero se dio cuenta de lo que podría hacer un sólo humano, o una organización, rupúsculo o incluso un gran ejército: pueden modificar ciertas cosas, incluso comportamientos o actitudes individuales, pero no pueden cambiar a la sociedad. O el destino histórico,o la economía. No pueden cambiar las tendencias socioeconómicas.
En "Watchmen", Adrian Veidt es un hombre muyi nteligente y culto (no sé si el más inteligente, creo que eso se lo dijo el Comediante sarcásticamente y nosotros de babosos creyéndolo) y por eso toma una acción tan amoral con efectos benéficos para toda la humaanidad.

Más que caer en el jueguito moralino de bueno-malo, tomo el punto de vista del Dr. Manhatann: "apruebo sin conceder".

Xavier Cruz dijo...

No sé.... prefiero a Hari Seldom, que a un asesino en masa...

Israel Laureano dijo...

Sip, sacrificó a varios millones en la ciudad de Nueva York, pero salvó a miles de millones en todo el planeta de una guerra nuclear que hubiera matado a decenas de millones, hubiera dejado heridos a otros cientos de millones, todos los humanos que quedaran vivos y que no estuvieran heridos sufrirían las consecuencias del envenenamiento radiactivo y el desastre ecológico.
Desde mi punto de vista, el sacrificio valió la pena.

Anónimo dijo...

Mmhhh. La moral es una cuestión cuantitativa...
Me recuerda a "El cálculo de Dios", de Robert J. Sawyer.
Aunque con el deje acientífico de "Cántico cuántico", de Modruñas Zahaharoff