jueves, 26 de noviembre de 2009

Ucronías II

Continuo con lo que se me quedó en el tintero la semana pasada:


Ucronías masturbatorias.
Muchos pueblos y culturas en el planeta nos hemos desarrollado con cierto resentimiento histórico y se usan los relatos ucrónicos (aquí en México es tradicional lamernos nuestras heridas históricas y luego gritar ¡viva México cabrones!) como una forma de presentar la historia con nuestro "bando" victorioso. Sin embargo, usar las ucronías con este fin hace que se olvide uno del objetivo del relato o de la ucronía y se obtiene solamente una serie de aventuras infantiles o juveniles; lo peor de todo: como la novela o cuento o lo que sea no está planeada como relato, la forma de terminar el escrito es mediante un Deux ex Machina.


Hay otra forma de hacer ucronías maturbatorias: las ucronías negativas. En este tipo de ucronías se retrata una historia (línea histórica o universo paralelo) donde la realidad es mucho peor que la realidad que conocemos. Por ejemplo en la novela "La Conjura contra América" se relata la historia de Estados Unidos suponiendo que Charles A. Lindbergh le ganara las elecciones a Franklin Delano Roosevelt en 1940, en plena guerra mundial. Lindbergh es conocido por su posición intelectual antisemita y fascistoide, así que Estados Unidos se convierte en una nación fascista, pro-nazi y antisemita. Al final, a Philip Roth la fantasía le ganó la mano, le dio miedo ir por donde iba y termina abruptamente con un Deux ex Machina, donde toda la población estadounidense se arrepiente del rumbo que están tomando y corrigen el camino democráticamente. Es un muy buen ejemplo de ucronía negativa porque muestra que tan malo sería un EUA fascista y antisemita implicando que el EUA real, el que conocemos, es el mejor destino que le pudo pasar (y descaradamente corrige el rumbo mediante el ya mencionado Deux ex Machina).

Los detractores de las ucronías citan estos puntos como una de las razones principales de su rechazo: los relatos no son interesantes, simplemente cuentan cómo gana quienes ellos quieren que gane o pierden quienes no deberían perder, por eso el mundo está tan bien o tan mal, como si los autores tuvieran suficiente autoridad moral para decidir que ideología es la buena y cuál es la mala.
Otro punto es la llamada inercia histórica, esto es, cada suceso histórico vino precedido o fue causado por información y pensamientos desarrollados en el pasado. Ya Carl Sagan mencionaba esto en su libro (serie de televisión) "Cosmos" que si uno pudiera viajar al pasado y cambiar la historia, simplemente modificaría o retrasaría algunas cosas; por ejemplo, aunque uno evitara que Cristóbal Colón "descubriera" América, no desaparecerían los mapas y cartas marinas existentes (la mayoría era invenciones y mitos, pero daban pistas), en ese entonces ya estaban bastante extendidos los pensamientos e ideas desarrollados por los griegos acerca de la redondez de la Tierra, aparte, la era histórica (renacimiento) estaba formada por librepensadores y gente ilustrada; es claro que debería haber gente que intuyera las ideas de Colón. El "descubrimiento" y colonización de América de parte de los europeos era cuestión de tiempo. Iba a ocurrir, tarde o temprano. Con Colón o sin él.
Una vez leí algo muy interesante y que me costo años comprender: los héroes no son mas que accidentes históricos; al igual que los accidentes geográficos, los héroes no son algo que pasa, no son especiales ni superhumanos, ni villanos ni nada en específico. Son personas con las mismas virtudes y defectos que muchas otras miles (o millones). Simplemente estaban en el lugar y momento histórico correcto (hay que destacar que estas personas se prepararon o trabajaron, muchas veces, durante años; la oportunidad de ocupar un lugar en la historia no les llegó por casualidad); muchos héroes se convierten en héroes por el impulso y necesidad de los factores imperantes en el momento.

Me sorprendió mucho saber que hay un par de novelas ucrónicas que toman en cuenta estas constantes históricas: el brillante "Sueño de Hierro" de Norman Spinrad y "Haciendo Historia" de Stephen Fry.
Portada del libro "El Sueño de Hierro" de Norman Spinad donde Adolf Hitler emigra a Estados Unidos en 1919 dedicandose a ilustrar pulps y posteriormente a escribir ciencia ficcion; abandona la política y no se desarrolla el fascismo en Alemania, ni partido nazi, ni II guerra mundial, pero el comunismo soviético invade y domina Europa.
Como lo dije (y lo sostengo) en mi post "Hitler y la teoría de las manzanas podridas" de mi blog "Entre la Maldición y las Estrellas", Hitler fue solamente un producto de las fuerzas y tendencias históricas de la Alemania de la década de 1920. Había miles de vagos, fanáticos e ignorantes como él. Si no hubiera sido Hitler hubiera sido otro.
Pero, ¿y si las fuerzas democráticas en Alemania hubieran sido un poquito diferentes? ¿Y si los alemanes hubieran tenido un poquito más de esperanza? ¿Si hubiesen estado más iustrados y hubiesen sido más reflexivos? No le hubieran confiado su destino al locote del Hitler. Adolfito es el que se hubiese quedado sin esperanza, hubiéra emigrado a América a continuar su mediocre carrera artística y la historia hubiese sido otra (no necesariamente mejor, pero otra).

Portada de la novela "Haciendo Historia" de Stephen Fry donde mandan una pastilla anticonceptiva masculina al pasado y se evita así que nazca Adolph Hitler, pero en el presente ya modificado, hay un partido nazi que ganó la II guerra mundial, así que el que envió la pastilla trata de corregir lo que hizo.
En esta ucronía se respeta mucho la inercia histórica. Quizá evitaron que Hitler naciera (bien por tí, muchacho), pero eso no evitó que Alemania cayera en depresión en la década de 1920 (económica, moral, de liderazo, de esperanza, de todo; los alemanes estaban desesperados porque alguien los sacara del hoyo), si no pudo ser Hitler, fue otro. Y ese otro fue igual de fanático e ignorante que Hitler, solamente que no tan estúpido. Un poco más astuto. Un poco más paciente. Un mejor líder que condujo a su patria a ganar la guerra y a conquistar el mundo.

Un último punto que toman en cuenta los detractores ucrónicos y que puede hacer que un relato sea apenas una masturbación mental es la probabilidad de los puntos Jonbar. En España existe la ucronía "Fuego sobre San Juan" de Javier Sánchez Reyes y Pedro A. García Bilbao donde España gana la guerra de Cuba contra EUA en 1898 (punto Jonbar altamente improbable, aunque los autores son profesores de historia y sostienen muy bien su argumento haciendolo creíble). Más notales son las ucronías aztecas: en la serie de libros "Crónicas de la Serpiente Emplumada" se relata (o se va a relatar) la conquista de Europa por parte de los mexicas, dado que la expedición da Cristobal Colón naufragó y parte del conocimiento europeo llegó a los nativos (también altamente improbable si se mira la historia a detalle). Pero hay series que hacen que "Crónicas..." parezca un tratado histórico: la saga "La Danza del Tiempo" (serie de cómics, no pude averiguar exactamente cuántos libros son porque están agotados, el autor es el ukraniano Igor Baranko) supone que antes de que Cristobal Colón llegara a América, los nativos americanos "descubren" y conquistan Europa: ¿con el nivel tecnológico que tenían? Incluso las dos culturas americanas más avanzadas en ese tiempo mexicas e incas estaban muy (pero MUY) lejos de ser potencias marítimas o armar una embarcación más complicada que una chalupa (bote tan sencillo que ni siquiera estaba diseñado para tener remos).

Ucronías mágicas.
Existe otra vertiente dentro de la ucronía, la mezcla con la fantasía. En este tipo de ucronías se hace que el punto Jonbar suceda a partir del descubrimiento de la magia, de gente con poderes mágicos o a partir de un suceso mágico como en la saga Temeraire (5 libros) de Naomi Novik donde las fuerzas napoléonicas son derrotadas por una fuerza aerea formada por dragones. Una ucronía más mezclada con la magia es "Operation Otherworld" de Poul Anderson donde ya se ha probado científicamente la existencia de Dios y la magia se ha adaptado para el aprovechamiento en la vida diaria obteniéndola a partir de cierto procesamiento del hierro.
El ejemplo más famoso de este tipo de ucronías es la película de animación (animé) "El Increíble Castillo Vagabundo" (también llamado "El Castillo Ambulante" o "El Castillo Errante de Howl", Hauru no Ugoku Shiro, su título original en japonés) de Hayao Miyazaki y basado en la novela "Howl's Moving Castle" de Diana Wynne Jones. En el animé se muestra un mundo donde toda la tecnología está basada en el vapor, todos los sistemas políticos todavía están basados en la aristocracia y la monarquía y todo está basado en la magia, hechiceros y demonios. Vemos cómo sus guerras son peleadas por hechizeros y brujos que se tranforman en seres voladores.



Steampunk.
La ciencia ficción, como una de las ramas de la literatura, tiene fronteras con casi todos los otros géneros y las ucronías, como uno de los subgéneros de la ci-fi también comparte esas fronteras. En algún momento se empezaron a hacer experimentos mezclando la novela negra, el cyberpunk, la tecnología de punta en el s.XIX (básicamente basada en vapor) y los temas románticos y sentimentales, junto con la suposición ucrónica: ¿cómo sería el mundo si la tecnología victoriana del s.XIX fuera dominante en vez de las tecnologías dominantes actualmente, los motores de combustión interna y la electrónica?
La novela más famosa del steampunk es "La máquina diferencial" de William Gibson y Bruce Sterling donde se logra construir y poner en marcha la máquina diferencial de Charles Babbage dándole a la Inglaterra victoriana una ventaja casi inalcanzable por las otras potencias, volviéndola superpotencia, anulando y disgregando a Estados Unidos (que se divide como en 5 o 6 naciones diferentes).
La novela tiene también la ventaja de tener un punto Jonbar (o proceso Jonbar, Gibson y Sterling fueron muy cuidadosos con las complicaciones y constantes históricas) muy bien pensado y realizado, y una historia ucrónica basada en la historia real.


Historia alterna.
Esto de las ucronías es algo complicado, pero se puede complicar más todavía: sucede que las ucronías son una herramienta utilísima para hacer anáisis históricos y para identificar diferentes constantes sociales, pero la gran mayoría de los relatos cienciaficcioñeros ucrónicos no son muy analíticos; simplemente proponen un punto Jonbar cualquiera y desarrollan su historia desde ahí.
Como ya vimos, la cosa no es tan fácil: se debe elegir un punto Jonbar probable y posible, que sea significativo y trascendente y tomar en cuenta lo que pudo haber pasado y lo que no pudo pasar a partir de ese punto. Para diferenciar la historia alterna de un "simple" relato ucrónico en vez del término "punto Jonbar", se utiliza el término "POD (Point Of Divergence, Punto de Divergencia)" y se han establecido algunas reglas muy claras y simples:
Punto de Divergencia. Debe ser posible y estadísticamente probable, es muy importante tener en cuenta todas las fuerzas culturales, económicas, sociales, etc., que puedan influir en él.
Unicidad del POD. Es decir, el punto de divergencia debe ser único y trascendente. Todos los acontecimientos históricos alternos deben depender de él.
Sentido histórico. No solamente el POD debe ser probable: también las consecuencias generadas.
Constantes históricas. Las consecuencias históricas de un POD no afectan a todo el mundo. Hay que tomar en cuenta que los procesos históricos de otros lugares no se afectan nstantáneamente por el POD. Por ejemplo, si la armada española hubiera tenido éxito en su ataque a las islas británicas, hubiera cambiado mucho la historia de España, Inglaterra, Europa y América. Pero los procesos históricos en China no se habrían visto afectados hasta varios siglos después.

A la historia alterna también se la conoce como historia contrafactual y se hace una diferencia muy teórica con el término "historia alternativa":
La historia alternativa generalmente se refiere a la crónica de la historia pero de un punto de vista diferente, revisando y corrigiendo errores. Así como se establecieron reglas para la historia alterna, se han definido algunas características de la historia alternativa:
  • Se basa en un punto de vista alternativo.
  • Relata la historia "secreta" o poco conocida.
  • Hace revisionismo histórico.
  • Resalta errores históricos.
  • Se basa en anacronismos.
  • Relata la historia futura.

Dadas las características altamente especulativas pero poco exigentes a la imaginación, la fantasía o a la extrapolación técnica, las ucronías son un campo fértil para escritores no cienciaficcioñeros como el ya mencionado Philip Roth, al que la ucronía le quedó grande y -para mi sorpresa- el propio Vladimir Nabokov, autor de la emblemática "Lolita", con "Ada or Ardor: A Family Chronicle", situado en un EUA del s.XX alterno, conquistado por la rusia zarista, aunque está enfocado a las relaciones incestuosas entre hermanos, juegos de palabras, alusiones indirectas, etc.

Muchos académicos consideran la historia alterna como una herramienta útil y válida para el estudio de la historia, otros la consideran un mero entretenimiento sin mayores pretensiones y muchos la consideran pura ficción, equivalente a las ucronías de fantasía o ciencia ficción.
La verdadera desición la tiene cada quién. Se puede uno adentrar más al mundo de la historia alterna en su wiki.

Ucrónico inge y los alternos malditos.
Meshiko-Tenoochtitlan 26.11.09
------------------------ FIN DE TRASMISIÓN ------------------------

1 comentario:

X dijo...

Jooooder... que bueno que está este post, Inge...