lunes, 7 de diciembre de 2020

Lo volátil y las fauces

 Lo volátil y las fauces es un libro de cuentos fantásticos del escritor mexicano Ignacio Padilla (1968-2016)

Portada del libro editado en forma póstuma por su cuate Jorge Volpi, Páginas de Espuma, 2018.




El libro consiste en 19 relatos:


Santa Elena en ayunas. Relata todos los periplos y peripecias por las que tuvieron que atravesar unas reliquias sagradas: los huesos de los Santos Reyes Magos. En la narración inetrviene mucho la antigua Babilonia y un profeta, Daniel, que encuentra mucho más productivo negociar con dragones de tres cabezas y amaestrarlos que luchar con ellos. Obviamente que participa Sta. Elena (Elena, la madre del emperador Constantino), recolectora y buscadora incansable de reliquias religiosas. Con ella comienzan los periplos de las reliquias, al llevarselas de Babilonia a Bizancio.


Conflagración de murciélagos. Uno de los relatos más estrambóticos y rocambolescos del libro, y para mi sorpresa y estupefacción, fue real en todos sus detalles. Desde la forma en cómo se concibió el proyecto, su planeación, diseño y pruebas (y hasta su accidentada y tragicómica cancelación). Al igual que la novela "Parque jurásico" de Michael Chrichton, la gente en general piensa en los seres vivos como máquinas biológicas, destinadas –como las entidades mecánicas, IAs y robots– a seguir rutas lógicas, sin considerar que todos los organismos y sistemas biológicos somos naturalmente caóticos; la complejidad y la teoría del caos no son solamente abstracciones matemáticas.


Ornitología del sonido. Un relato realmente notable y deliciosamente fantástico acerca de la obsesión de un erudito con los "ornícalos", aves fantásticas y mitológicas de la tradición cosaca, tan importante para la vida que se le llama "el Ave que Sostiene el Ser". En el relato pasean también pueblos e ideas mitológicas, junto a intrigas y sueños.


Sobre un cierto pez volante. Relato que se antoja totalmente fantástico e imaginativo, pero tiene el regusto de lo real (que muchas veces es desagradable). Narra de la erudición del punto de vista europeo acerca de sus elucubraciones al ver por vez primera a peces voladores: especulan con la posibilidad de que sea un pez aéreo, y, fiel a la tradición europea, se le otorgan muchas características de la moralidad humana (esperanza, miedo, sufrimiento, felicidad). En realidad los peces voladores sí existen, pero, al igual que las ardillas voladoras o las serpientes voladoras, no "vuelan" realmente, sino que "planean" durante su caida para alcanzar saltos de varios metros. Me recuerda mucho a un pasaje de la 1ª novela de la "Fundación" de Isaac Asimov: explica que una de las características de la decadencia del Imperio Galáctico es que los arqueólogos que buscan la cuna de la humanidad se basan en especular acerca de lo que escribieron otros arqueólogos eruditos cientos de años antes que ellos, en vez de visitar a los planetas candidatos y hacer investigación real. De igual manera, me imagino que este relato (o más bien, las especulaciones europeas que es lo que se narra) se basaron más en lo que vieron y lo que pudieron deducir en vez de hacer una investigación real.



Navigatio prima. Mucha de la imaginación fantástica de Padilla ser basa en la leyenda de Jasón y Medea. La historia narrada en este relato me hizo imaginar un paralelo a la película "Jasón y los argonautas" (Don Chaffey, 1963; basado en la leyenda creada por Apolonio de Rodas), solamente que en vez de buscar el vellocino de oro, el personaje principal busca la isla de los pájaros; y sí, la encuentra,  junto a ejemplos de una ética y moral muy complejas que provocan reflexiones que duran semanas.


Interdicto. Uno de los temas predilectos de los escritores de ciencia ficción y fantasía son los regímenes totalitarios, a veces distópicos y temibles (como 1984 de George Orwell), a veces alegóricos (como Granja de animales –otra vez George Orwell), a veces relajienta y ridícula (como Brazil –Terry Gilliam, 1985). Este cuento cae en está última subcategoría: el regímen totalitario de un país anónimo emite un interdicto (edicto sumario y de fácil tramitación), donde se condena a las moscas como seres asquerosos, insalubres e ilegales, y a todo aquel que posea una, punible hasta con pena de muerte; a partir de aquí empezamos a atestiguar su lucha cada vez más ridícula utilizando arañas, ranas y sapos y plantas carnívoras. Hasta que los que desaparecen son los líderes totalitarios, y las moscas vuelven a reinar en sus espacios.



El gabinete del coleccionista. Relato acerca de un gabinete de maravillas (cuarto donde se guardaban una y mil curiosidades, antecedente de los actuales museos) bizantino cuyo mayor tesoro son agunas piedras zuaritas. Las piedras o cristales zuaritas no son mas que cálculos renales formado en los riñones del dodo o dronte, pájaro ya extinto en ese entonces por lo que las zuaritas son amuletos muy codiciados, se supone que quitan el miedo de la persona que posea una. Al igual que el relato de peces voladores, la narrativa nos pasea a través de las intrincadas elucubraciones y conclusiones eurocentristas que demuestran que el dodo no le temía al hombre ni a la muerte, por eso no huía ni se defendía de los ataques; cualquier resto de su cuerpo debía cancelar el temor, por tanto. La narración relata cómo el rey Rugerio El Temerario llegó a codiciar tanto estas piedras porque pensaba que con ellas su ejército perdería el miedo hacia los otomanos, hacia el Gran Turco; pero el Gran Visir otomano Kará Mustafá conquista Bizancio sin apenas esfuerzo y encuentra al rey Rugerio en el jardín palaciego, obeso, abotargado, aburrido, picado y carcomido por alimañas; en vez de un valiente guerrero sin miedo, es un remedo humano hundido en la apatía, sin miedo ya de Dios ni del Diablo, o del dolor o la muerte o incluso sin miedo de vivir una vida eternamente apática e indiferente. Ten cuidado con lo que deseas, se te puede cumplir.


Tragarlos vivos. Las anécdotas e historias del fenómeno de los glotones (humanos que pueden comer lo que sea –para fascinación y asco de sus espectadores, muchas veces animales vivos, pocas veces a sus semejantes) siempre han existido, desde hace siglos. Este relato abre con la narración –extraña y barroca– de una acusación de robo entre damas de alcurnia para satisfacer una ornitofagia que empezaba a ponerse de moda en la edad media. De ahí se desgranan relatos grotescos que pisan la frontera entre lo fantástico y la anécdota. Quizá lo más relevante es que Ignacio Padilla va perdiendo el barroquismo literario que brilla en sus otros relatos (de hecho, al principio de éste); la narración cierra como una secuencia de hechos y curiosidades con un tratamiento literario común y plano.

Sino sus alas. Las palomas no siempre fueron un símbolo religioso que representaba al Espíritu Santo; de hecho este relato narra todos los vericuetos teológicos que atravesaron estas aves: desde ser consideradas mensajeros del demonio, pasando por los permisos y tolerancia hacia los colombonófilos (aficionados y criadores de palomas mensajeras) hasta someterlas a nuestro racismo y segregación (se permitían las palomas blancas, las negras no). Después del respiro literario de la narración anterior, regresa la brillantez y machincuepas literarias de Padilla.


Bardolatría de estorninos. Muy pocos son los que imaginaban o sabían que los estorninos (Sturnus vulgaris) son un verdadera plaga rural y urbana, sobre todo para las construcciones y arquitecturas urbanas (la torre Big Ben en Londres colapsó en 1949 debido a sus excrementos, incluso la FDA [Food & Drug Administration - Administración de Fármacos y Alimentos] recomienda cierta clase de venenos para estorninos que no contaminan el ambiente, en ambientes urbanos el asunto se complica mucho porque hay mucha gente que defiende a "esos inocentes pajaritos", por lo que se han desarrollado muchos planes, desde la cetrería urbana hasta bocinas ultrasónicas para ahuyentarlos). Relato sorprendente lleno de anécdotas curiosas.


Animalía de espejos. A lo largo del tiempo han habido conocimientos y técnicas de fabricación que se atesoran y celan muy estrictamente, tanto, que revelarlos implica el encarcelamiento o la ejecución. Esto pasó con la fundición de hierro, la hechura de mapas y el asunto que concierne a esta narración: la fabricación de vidrio. El mejor, el más puro, resistente, con las mejores características y propedades físicas, fue el fabricado en la isla Murano, en Italia. No es de extrañar que a lo largo de Europa se extendieran rumores y leyendas bastante fantásticas acerca de su proceso de fabricación. Uno de los mitos más extendidos y retorcidamente fantásticos habla del uso de partes de animales fantásticos o de sustancias extraidas de sus restos. Retorcida y deliciosamente fantástico.


Cornelius Max pinta macacos. Todos sabemos que muchos artistas se obsesionan con algún objeto o actitud extraña. Este es el relato de Cornelius Max, pintor, que primero se aficionó a estar rodeado de simios como mascotas, y cuando murió su esposa, como acompañantes y modelos de sus pinturas.



Tres arañas y una cuarta improbable. Y no podría faltar en esta bestiario de la imaginación, la descripción de algunas arañas increíblemente peligrosas, en su mordida inyectan un exceso de recuerdos..., o de olvido, que es igual de pernicioso. Se termina habando del rumor de otra araña que copia los recuerdos de alguien y los inyecta en otro.






Elogio de la vista otra. Los bestiarios también fueron discutidos y polemizados en su tiempo, Mundus Altero, en este caso. Se termina analizando el libro donde la primera parte discute la existencia y características de los vorsaith, seres de la mitología gaélica, seres espirituales sin forma definida, que pueden reanimar los cuerpos y desafiar las leyes naturales. La segunda parte discute la Vista Otra, un poder de visión para poder atestiguar cosas que son invisibles a la vista normal.



De sables y sabios. Un relato de un maestro espadachín chino y un monje sabio, el encuentro y celos y encono del espadachín y su pequeña "muestra" de obediencia absoluta de sus discípulos, tan sólo para que sobre ellos pesara un arrepentimiento insostenible; al paso del tiempo, el monje logra salvar la memoria de uno de ellos. Moraleja compleja y reflexiva.



Borrones del adelantado. No es de extrañar que ante las fantasiosas descripciones de los animales del Nuevo Mundo hubieran generado discusiones entre los eruditos del Viejo Mundo, describiendo y haciendo comparaciones y analogías con animales ya conocidos. Por cierto, este es la segunda narración donde Padilla resbaló literariamente, aquí repite la narración "Sobre un cierto pez volante". Muy posiblemente, Ignacio Padilla preparó esta narración como un ensayo independiente. Lo mismo pasó con los cuentos de "Noches del Budayén" de George A. Effinger, publicado en forma póstuma.



La rueda inversa de Zaqueo el Geraseno. Narración verdaderamente barroca, encantadora y disfrutable acerca de la mitología judía y la fuerza de la Cábala, las letras y el poder de las palabras. El relato es practicamente insumarizable, tiene tantas aristas y recovecos que no se podría describir sino –recurriendo a recursos borgenianos– haciendo un mapa que cubra el 100% del relato. Baste mencionar que el título del relato viene de la rueda cabalística Sefer Yetzirah, o simplemente la Yesirah: girándola en un sentido sirve para buscar el Nombre Divino y el modelo del hombre, pero si se gira en sentido inverso, surgen los nombres del Maligno y sus monstruos.




Ciudad Santa. Toca el turno ahora de las tradiciones del Islam. Durante el viaje de peregrinación a la ciudad santa (La Meca o simplemente Meca, la peregrinación, el hajj –o hach en español–, es uno de los pilares de la fe musulmana), la caravana del narrador se topa con un derviche y en varias ocasiones lo encuentran otra vez como su reencarnación, hasta que se lo encuentran en su reencarnación como ladrón y asesino.





Post Lucem Spero Tenebras. El relato de cierre ocurre en la Francia post revolucionaria, el 13 Brumario (el calendario republicano se propuso durante la revolución francesa y se adoptó en 1792, se usó oficialmente durante 12 años, hasta que Napoleón lo abolió a partir del 1º de enero de 1806 que corresponde a 10 nivoso del año XIV, es decir, 14 años a partir de la revolución), narra el extraño hecho de que algunas religiosas hubieran vomitado bilis negra con algunas piedrecillas que parecían vivas. Cuando éstas se secaron, se entregan a varios estudiosos y eruditos que inician una naración fantástica acerca de demonios que se alimentan de luz y roedores luminosos. Por cierto, la frase "post tenebras spero lucem" (después de las tinieblas espero la iluminación) es una frase muy usada como lema y refrán, al parecer su primer uso fue en la biblia, versión vulgata.


Ignacio Padilla murió en un accidente vial causado por alguien intoxicado por el alcohol. Es un verdadero dolor literario saber que una mente con una fantasía tan frondosa y brillante se haya truncado por culpa de alguien más.


Volátil inge y los feroces malditos.
Meshiko-Tenchtitlan 7.12.20