viernes, 13 de marzo de 2009

Instructivo para Leer este Instructivo

Este texto lo escribí hace unos años ya, pero me parece un buen inicio para este blog, siempre son buenos los instructivos. Espero lo disfruten, y espero les sea de utilidad. Además, con él probaré la capacidad que cada uno tiene de seguir instrucciones.

¿Se arriesgan?



Instructivo para Leer este Instructivo

Para comenzar a leer este instructivo es necesario que ubique su mirada en el principio de este párrafo, donde hay una gran P mayúscula (puesto que todo párrafo debe empezar con una mayúscula, en este caso se agrandó, resaltó y subrayó para su comodidad); hágalo en este momento y no continúe hasta que haya seguido las instrucciones que ahí encuentre.




Ahora (y piense un poco las siguientes palabras) si está leyendo esto es porque usted fue incapaz de seguir las instrucciones del párrafo anterior; para equilibrar dicha deficiencia, las instrucciones que encuentre a continuación presentarán un menor nivel de exigencia, el cual se espera que usted si se encuentre en la capacidad de entender y realizar.

En este momento se está acercando vertiginosamente al centro de las presentes instrucciones, le dejamos como experimento que lo encuentre exactamente de acuerdo al número de palabras, el número de caracteres, el número de espacios, e incluso geométricamente hablando. Si encuentra una duda al respecto puede comunicarse con cualquiera de nuestros números de servicio al cliente (el uno, el dos, el tres, el pi, o el que más desee). Se recomienda que dicha experimentación sólo sea llevada acabo una vez haya seguido estas instrucciones un número de veces considerable, y con las herramientas adecuadas para evitar posibles accidentes.

Dado que ya se está acercando al final, se recomienda que realice una revisión para verificar que las actividades propuestas hasta ahora se hayan realizado de la mejor manera posible y con exactitud milimétrica, para lo cual le recomendamos volver a la gran P mayúscula (se obviarán comentarios), sin colocar la mano sobre el texto para evitar dificultades en la lectura, a menos que con ésta esté ayudando a sus ojos a seguir las palabras (lo que, dadas las circunstancias, podría no ser tan mala idea). Si se acaba de percatar que todo este texto lo ha visto borroso, doble, o con algún otro defecto, trate de recordar dónde dejó por última vez los anteojos, búsquelos y póngaselos. Esta operación es considerablemente mejor si los anteojos que encuentre son los propios y son los que le diagnosticaron para leer.

El presente párrafo es el último de estas instrucciones, por lo cual debe sentir que ya entiende como entender lo que debe entender cuando va a entender lo que se debe entender… esperamos que haya entendido. Para que esté completamente seguro que ya ha terminado, al finalizar este texto encontrará un gran punto final.

Mauro Z

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