Comenzamos el año 2010, y aquí seguimos con esta particular serie que Godmakers permitió que realizase. En esta ocasión voy a unir dos décadas y un único acontecimiento de la historieta. Las décadas son las de 1910 y 1990. El acontecimiento es la revista El TBO.
Yo mismo me hago un lío con lo que he explicado: mmm... años 30... años 50... años 60 (huy, sí, lo del Capitán Marvel...)... años 70 (¡Sacarino!)... años 00... Me quedan los años 1900 (glub)... los 40 (hum)... y los 80, si no los he hecho...
El TBO es una revista aparecida en 1917. Se considera la primera revista de historietas de España. Su nombre entró en los diccionarios (como "tebeo", palabra que actualmente está en retroceso frente al préstamo lingüístico del inglés, "comic"). Se dijo que era "el tebeo que dio nombre a todos los tebeos".
Portada del primer número de TBO. ¿El primer tebeo español? Tal vez no, pero así está considerado
El origen de su publicación es la ciudad de Barcelona de principios del siglo XX... Sí, ya sé que todo eso se mira en la wikipedia...amigos de las conspiranoias: leed El Viejo Topo para temer a la wikipedia... pero está bien dar diferentes versiones con diferentes palabras a lo mismo, para evitar pensamientos únicos y demás peligros... Tengamos en cuenta que existe una cierta efervescencia cultural e industrial en Barcelona por esas épocas. ¿Dije "cierta"? Digamos "real", y olvidémonos de la cultura barcelonesa desde entonces hasta la actualidad.
En esa época, pese al altísimo grado de analfabetismo (en España, un 80%; en Barcelona, que fuera un 60%), lograron éxito varias revistas y periódicos ilustrados, con fotos o con grabados, chistes o caricaturas. No era raro que esa prensa fuera censurada, clausurada, a veces incluso violentamente, como sucede con el caso del Cu-Cut!, revista satírica.. El ataque militar a la sede de la revista tal vez fue el hecho más relevante de la Historia de los partidos políticos en España, puesto que se suele decir que dio origen a los partidos naionalistas no estatales (catalanistas, etcétera). Esta revista criticó mordazmente los fracasos militares de 1898 (guerras de Cuba, Filipinas y Puerto Rico). Y los subsiguentes, que llevarían a la Semana Trágica de 1909, donde mientras los militares de ringorrango, el rey y el resto de la corruptarquía se hinchaba los bolsillos con minas en el Rif y todo eso, pagaban para que sus hijos no fueran a las guerras coloniales; en su lugar iban los hijos de las clases pobres, los cuales se acabaron enfadando e hicieron arder media Barcelona, en especial bienes inmuebles de la Iglesia, cosa nada difícil puesto que cualquier que en el 2010 camine por la zona del Eixample barcelonés verá que cada dos pasos hay o una iglesia o un colegio de curas o de monjas o similar.
En ese ambiente de efervescencia de todo tipo, surgen esas revistas. No me parece extraño que las que se perpetuen o se refloten tras la Guerra Civil 1936-1939 y la dictadura de Franco fueran las revistas infantiles o de humor blanco (TBO, Pulgarcito), aunque tampoco fue sencillo para éstas hasta entrados los años 40.
El caso del TBO, además, tuvo un componente que le permitió una cierta continuidad con las etapas anteriores a la Guerra Civil: sus autores, según parece, eran "de derechas". A veces se suele abstraer la materia ideologica y política de la historieta, error frecuente (¿acaso las últimas sagas de Marvel no suceden debido al 11-S, que apenas fue citado como tal en los años 2001-2002?). Pero existe alguna relación. Y es, como mínimo una curiosidad, que el TBO (Ediciones TBO), con autores conservadores, fuera la competencia directa del Pulgarcito (Editorial Bruguera), que acogió a autores de izquierda, republicanos, de los que habían perdido la guerra, represaliados para ejercer los trabajos que tenían antes del 1939.
En Bruguera se llegó a prohibir el uso de la palabra "tebeo", de uso común, para referirse a sus historietas. Curioso.
Las primeras etapas de TBO ya tienen a sólidos autores gráficos, que lo mismo estaban en "periódichs satírichs" para adultos, con contenido de actualidad política, como haciendo litografías, como cuadros, en tertulias culturales, o dibujando viñetas para el TBO. El más destacado de todos ellos seguramente fue Ricard Opisso, quien colaboró entre 1920 y 1966 (cuando falleció). Rescato unas palabras del propio TBO: "el colaborador más ilustre (...) su auténtica maestría ha influido en casi la totalidad de nuestros dibujantes".
Ya lo he vuelto a hacer... ya me he salido de la década... estamos en los año 20... El estilo de Opisso realmente influye considerablemente tanto a nivel de dibujo como de guión, o de mirada. El TBO se dedicará mirar a su alrededor e ilustrar imágenes graciosas aunque no necesariamente carcajeantes: hace aparecer detalles de modas y costumbres. "La Playa en tal año"... o en tal otro año (y se puede comparar la evolución de las costumbres en la playa, por un poner)... qué hace la gente cuando va al campo... cómo veranea tal persona... Con el tiempo, esto se afianza en lo que serán historietas extremadamente detalladas sobre algo muy particular: Ejemplo inventado: "Lo que le pasó a fulanito cuando bajó la maleta del tren"... pues se pueden pasar 20 viñetas dispuestas cuatro por cinco, en una única página, con ese aspecto.
Marino Benejam Ferrer (firmaba como Benejam, Ferrer o Rino), desde los años 30, puede ser considerado el más prolífico de los autores. Sobretodo, el más popular. Creará algunas de las escasas series de personaje fijo de esta revista: Eustaquio Morcillón y Babalí o la megaultrapopular Familia Ulises.
Las historietas de la Familia Ulises son las de una familia con padre, madre, abuela, hijo, hija e hija mayor, que van siempre juntos. Es sorprendente, visto desde los años 80 hasta los 10, cómo se podía meter tanta gente, todos hablando a la vez, en unas viñetas tan pequeñas. El guionista de esta serie, y tal vez de otras páginas, fue Buigas, director y jefazo de la revista. La serie se convierte en un icono.
Desde los primeros tiempos surge una serie que sólo tendrá un personaje que la presentará a partir de los años 40 o 50. El personaje es el Profesor Franz de Copenhague (creación gráfica habitual: Benejam). La serie es Los Inventos de TBO. La frase se hará muy popular para ideas estrafalarias: "esto es un invento del tebeo". Pero esos inventos, con sus planos y sus utilidades, pueden ser funcionales, como se ha demostrado cuando se han llevado a la práctica (como en el Museo del Joguet de Figueres... ostras, Figueres, de donde Dalí, que se os tiene que explicar todo con pelos y señales). Varios dibujantes, algunos de ellos, peritos, técnicos o ingenieros idearon inventos. Nit, Tínez, F.Tur, El más recordado por ello es Sabatés.
Es Sabatés quien me permite pasar a los años 90.
El TBO tuvo una larga época gloriosa, desde los años 20 hasta los 70. Entonces se convirtió en TBO 2000, parece ser que para demostrar que tenían 2000 números. Personalmente siempre he considerado que también podría ser por esa sensación de que 2000 invoca el futuro. "Los años 2000", cuando los coches volarían, los zapatos volarían, todo volaría, fiufiufiuuuuu... Se renovaron algunos contenidos. Entraron dibujantes nuevos... pero la revista se dividió por parte del público y de dibujantes: los nuevos y los viejos no se podian ver mutuamente. Triste. Me recuerda lo que pasó en la revista Pilote tras 1968, cuando se acabó orillando a Goscinny (hay que ser muy toooonto para hacer algo así, con el mejor guionista desde Homero). A finale de los años 70, las ventas bajaron, y en 1981 cerraron el tenderete. Podemos decir que se jubilaron. La revista pasó a ser vendida entre 1981 y 1982 como encarte en la revista del corazón Lecturas (una revista que había comenzado a principios de siglo como revista de lecturas variadas, novelitas coleccionables encuadernables, etc.). En esa época, Lecturas aún publicaba una página de chistes gráficos, con participación habitual de Muntañola, dibujante de TBO. Por si alguien cree en casualidades.
En 1986, el fondo de Ediciones TBO había sido comprado por Editorial Bruguera, su máximo rival, monopolio que se hundía bajo su propio peso. Sacaron una nueva revista TBO, radiKalmente nueBa. Naddddda kever. Fue una revista casi underground, dirigida por Joan Navarro (luego director del Saló del Comic de Barcelona, y aún más luego, y ahora, editor de Glénat), en tanto que editor (una especie de subcontrata) de Cairo (revista de línea clara de los años 80, con bastante buena fama). Cairo había recuperado a Coll, autor al que encumbraron como el pionero de la línea clara en España; acto seguido, se suicidó. No es broma. Coll trabajaba a la obra, donde ganaba más dinero que con los tebeos... eso sí, los editores han estado aprovechándose en reediciones de las estilizadas figuras en movimiento constante y con giros de guión sorprendentes (para historietas que pueden tener 2, 6, 9, o 24 viñetas en una página).
Típica página de Coll, sacada de aquí
La etapa de Bruguera fue brutal: no tenía nada que ver con nada de lo anterior, lo cual es decir mucho, puesto que la cantidad de autores que habían pasado por esa revista es innumerable: Benejam, Nit, Coll, Serra Massana, Sabatés, Tinez, Muntañola (autor de Josechu el Vasco), Bernet Toledano, Urda, , Castanys, Ayné, Díaz, Batllori Jofre, Tha&Tharrats, Esegé, Salvador Mestres, Roldán, Bernal, Blanco y un largo etcétera.
Varios autores en una sola página, que no es de las más abarrotadas que se pueden encontrar en un TBO
El fondo de Bruguera, una vez cerró en 1986, pasó al Grupo Zeta. En 1988 comienza una etapa donde el TBO reaparece mensualmente. Se subtitulada "para todas las edades (incluida la de piedra)". Recupera cosas de etapas anteriores. Un encarte interior titulado "El TBO de siempre" contendrá historietas antiguas. Lo demás será nuevo. Los primeros 20 números, más o menos, serán dirigidos por Víctor Mora (autor del Capitán Trueno). El formato externo recuerda a algunas revistas previas, como Guai! (1985) o Más Madera! De esta última ("Semanario de humor y demás" de la última etapa de Bruguera) se toman autores (Pasqual Ferry y su enigmático El Bosque Encantado... de Konosserl; Alfonso López en El Rollo del Día; Sempere y Navarro actualizan a La Familia Ulises y la convierte en La Familia Rovellón, junto a Sempere). De ahí también recuperan El Rollo del Día (tema que ocupa la contraportada y alguna historieta). Además aparecerán historietas de origen francófono. Posteriormente, y entrados los años 90 ¡por fin! Sabatés (¿alguien recuerda que dije que nos lleva a los noventa?) se hace cargo por completo de los inventos del TBO, que se acabaran conviertiendo en un pasatiempo para montar en páginas centrales, en las páginas del TBO de Siempre. Del primer TBO, por razones de edad, seguramente, perduran apenas Sabatés y Roldán (de los escasos autores que publicaron en TBO y Bruguera a la vez)... Roldán... su firma en El TBO de Siempre... Raf, su nombre en las historietas nuevas. Crea un personaje, Florofo, un futbolero exacerbado (bueno, pasados los años, los he visto peores).
Sobre Sabatés: hacia el 2003, muere primero su mujer y luego él, en un asilo, tras ser su casa embargada. Se hará cargo de él el Col·legi d'Enginyers Industrials de Barcelona, quien editaría un libro con material suyo para sufragar los gastos de la residencia de ancianos. ¿Y nadie persigue a los editores, en este caso, el Grupo Zeta, por usar la imagen, firma y viñetas de este autor durante años y años y no pagarle derechos de autor ni nada?
La etapa del TBO de Ediciones B-Grupo Zeta se llena de series con personaje fijo, algo impensable en el TBO de Buigas. Apenas si se cita alguna vez la etapa del TBO 2000; de La Habichuela, celebrada sección del TBO 2000 no he visto nada en los números que he leído del TBO de Ediciones B (ni por azar, algo aparecería). Los personajes tradicionales tienen algún intento de nueva historieta por parte de dibujantes apócrifos (historietas sin firmar) y protagonizarán algunas portadas, las cuales son realmente llamativas, por su colorido. Es posible que el tipo de portadas y contraportadas procedan de la idea de Más Madera! Cito algunos portadistas habituales Raf, Segura (que ya hacían las portadas de Mortadelo Especial y de Tio Vivo Extra o de Lily, respectivamente, en Editorial Bruguera, con un uso muy interesante del color) Escolano (en la última etapa), Ramis (contraportadista habitual del Rollo del Día, sección iniciada por Vázquez).
Aunque existen esas series de personaje fijo, conforme pasan los números, y durante los años 90, las páginas de chistes temáticos, se harán más habituales. Como ejemplo máximo, la serie "La vida crítica... y la crítica de la vida", guionizada por Jaume Ribera (habitual guionista de Bruguera para historieta policíacas, y para dibujantes com Serna Ramos o Schmidt; así como guionista del Bruguera Equip para Mortadelo y Filemón; y autor de literatura juvenil con sus Flanagan) y dibujada por Edmond (previamente autor de Doctor Impossible o de Jan Europa, quien no abandona su magistral color) será una doble página con seis tiras de tres viñetas, donde cada tira es un chiste autoconclusivo independiente de los demás. Tal vez sea, junto a El Rollo del Día, la primera serie que denota que hay autores que pretenden seguir con la idea tradicional del TBO, la de mirar alrededor y lanzar un comentario sobre lo que hay. Insisto en que ese comentario no tiene por qué generar carcajadas a mandíbula batiente.
Desde mi punto de vista, la etapa del TBO de Ediciones B-Grupo Zeta, como con el resto de publicaciones, genera mucho ruido y pocas nueces, grandes expectativas y pobres resultados. El caso del primer TBO de Ediciones B sufre lo mismo que el TBO 2000: una brecha insalvable entre las historietas antiguas y las de los nuevos dibujantes de la revista : Annie Goetzinger, Nieto+Usero, Mariel... autores excelentes pero que no acaban de funcionar en la idea TBO. Asimismo, los autores veteranos de Bruguera no realizan precisamente sus mejores obras: bien es cierto que Vázquez lo intenta (Vázquez debe de ser el humorista que más veces aterriza en momentos delicados(en los 50 en Pulgarcito, en 1986 impulsa el Garibolo; en 1988 pone en marcha El TBO; en 1993 lo encontramos en la seguna etapa de Makoki) pero ni Schmidt (Insegurini) ni Rovira (Obseso Pisafondo) ni Raf (Florofo) pegan para el TBO, pese a que perduran hasta el final. En este enlace, una imagen sobre los dos tipos de personajes, los brugueriles y los tbísticos
A mediados de los noventa, la revista es tomada por Ramis (el dibujante más rápido a este lado de la página), quien será acompañado y a veces adelantado por Cera o por el veterano Segura. Como Vázquez dura poco en TBO, supongo que pensaron que lo podría sustituir Ramis, autor que dice que en la editorial gustaba porque era rápido dibujando y entregando, y que en Ediciones B se miraban poco (¿nada?) el material. Juan Carlos Ramis se curra mucho el color de las portadas, y de las páginas interiores en cuanto puede, es decir, intenta seguir con la idea del TBO de calidad de 1988, pese a la salida de la escena de la primera plantilla de dibujantes. Y también consigue lanzar esa mirada cómica y costumbrista por doquier. Por cierto, aparece como malo en Pafman: Agente Cero Cero Patatero (historieta ineludible creada por Cera).
Me interesa hablar sobre Segura. Se trata de un autor humorístico sólo reivindicado ocasionalmente a raíz de su fallecimiento en 2008.
Pero antes haré una referencia a Josep Royo, un dibujante que sólo conozco de esta última etapa del TBO. Aparece en todos los números. Hace una tira que no deja de ser costumbrista y cercana: Tragaperrez, que trata de un individuo obsesionado por las tragaperras. También hace los dibujos de unos versos cómicos que aparecen en la página 3. Sospecho que también hace los textos. Asimismo ilustra (¿pone también los textos? quiero creerlo) la sección Consultorio Sentimental de Doña Filomena, algo que luego hemos visto repetido mil veces en radio y televisión: alguien pregunta algo raro y la respuesta es aún más extrambótica. Este autor parece, de los nuevos, el más integrado en lo que sería la idea tradicional del TBO, autores que hacían su trabajo de forma eficaz pero sin aspavientos.
Segura se nos muestra en El TBO de los años 90 como una evolución de lo que había sido, un gran portadista cuando conviene, esmerado en los colores; un dibujante creador de series de éxito (anteriormente, Rigoberto Picaporte solterón de mucho porte; Los Señores de Alcorcón y el Holgazán de Pepón), y uno de esos autores que marcó un poco el paso en Bruguera (crea el personaje Lily para la revista del mismo nombre). No olvida, sino que se reafirma en sus gags y personajes-tipo de siempre (como ya hizo en Los Muchamarcha's, en 1986, para Guai! tras la salida de Bruguera)... pero Segura también se reiventa y se auto-reivindica. Los últimos números de TBO llega a digerir la idea (no el estilo de dibujo realista y academicista) de Opisso y de Benejam o Blanco, y la rapidez de los más jóvenes Ramis y Cera. Se reinventa creando una serie que es a la vez repetición y parodia de las series de Bruguera y de las series de comic de género familiar en general (family strip): Don Roge y Doña Lisistrata que con sus hijos meten la pata. La propia rima, forzada, ya es un gag en sí mismo: imita y se burla de esas rimas. Algunas de las historietas de una página de esa familia son una evidencia de que aún existe la posibilidad de hacer ese estilo TBO sobre un tema nimio estirado al máximo, aunque con menos viñeta en este caso.
Os pongo sobre antecedentes: en el TBO se están publicando por entonces series sobre familias como Ulises, Rovellón, Blondie o Educando a Papá. En la mayoría de casos, de estas series, de las historietas de estas series y de otras que podáis recordar, es "papá" el que provoca los gags, el que resbala con la piel de plátano, o al que le tiran la tarta de nata. Pues bien, en Don Roge cualquier miembro de la familia es susceptible de meter la pata en el cubo. O, si no, todas las fuerzas físicas o metafísicas, sociales, culturales, o el azar, se confabulan contra los miembros. En La Familia Ulises suele existir un desencuentro social, una pifia ocasional; pero en Don Roge es todo, y en una página.Existe otra serie más: Fede y sus colegas (dramón urbano por entregas), con dibujos de Edmond y guión de Ribera. Pero su planteamiento es más típico, pese a parecer rompedor: lo que parece querer ser el típico niñato malcriado que no da ni golpe en el insti acaba con una relación tópica entre los personajes familiares, y sus gags suelen estar más vistos que el TBO, ejem.
En este enlace aseguran que se jubiló en 1992, cosa que no explica que publicará hasta finales de la década.
Pero Segura se dedicará a lanzar miradas sobre el entorno, viñetas hirientes sobre todo lo que su lápiz dibuja, y con comentarios sarcásticos. Su última serie, sin personaje fijo, como La Vida Crítica de Edmond y Ribera, serán tiras autoconclusivas sin relación, como si fueran noticias... ¿Noticias? Como si fuera un programa de tele... no cualquier programa, sino uno de reality, o de vídeos caseros o del youtube, o de recortes de prensa de noticias curiosas... sardónico, lo titula Impactos, impactos, impactos, impactos... escrito en la parte superior. Así se llamó cierto programa de éxito longevo: Impactos TV, en Antena 3. Y cada tira acaba en un "tatacháaan", como esas cortinillas musicales de los microespacios televisivos. Mientras que el TBO, y muchas historietas de otras publicaciones, se habían basado en caricaturizar personajes televisivos y hacer chistes del momento que luego pasan de moda, Segura había conseguido destilar ese filón y convertirlo en una serie realmente curiosa. Si alguien recuerda unas páginas tituladas Increíble pero Mentira, publicadas en Bruguera, con dibujos o de Vázquez, o de Ibáñez (sobretodo) o de Domènech, esto sería algo así pero con la cosa de que son sucesos aparentemente reciente y no una mezcla de parodia de curiosidades científícas, históricas o novedosas; todo representa que es nuevo (puesto que son noticias) y tanto el dibujo como los textos de apoyo son mordaces.
Segunda página de un Impactos TBO 105
El TBO finaliza su longeva trayectoria en el número 105, con fecha 98-9 (septiembre 1998). En esa época, Segura ya cita Internet en alguna ocasión (memorable para alguien de edad avanzada, y el único autor, con Cera, que lo hace en esos números de la revista; bueno, memorable para cualquier porque incluso Bill Gates se enteró de que existía Internet más tarde), y se cita algo sobre los primeros teléfonos móviles (celulares) en algunos chistes de Cera. La veterana revista cierra sin despedirse: una antigua tradición de las revistas de tebeos españolas.
TBO 105. Portada de Segura
utilizando a los personajes clásicos de Benejam: Eustaquio Morcillón y Babalí
No he puesto muchas imágenes pero el contenido no está mal. Hemos tratado los años 10 y los 90, hemos hablado de Segura y hemos comentado aspectos no siempre conocidos sobre la revista de tebeos clásica del siglo XX.
3 comentarios:
Wow!!!! Fotos!!!! =P
Por cierto, me ha encantado el post, me gusta que siempre traten sobre cosas poco conocidas... (TBO sí que es conocido, pero ya me entiendes...)
estupendo.
Yo me crié con la etapa de Cera y Ramis, pero Coll y Benejam me encantan también.
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