La novela es muy diferente a todo el esquema "normal" de las ucronías en el sentido de que nunca explica el POD (Punto de Divergencia) y desde el principio se habla como si la realidad fuera la historia alterna propuesta: se habla de Hitler como escritor, su última novela "El Señor de la Svastika" escrita en 1953, antes de morir y se establece que sus escritos son bastante populares, y se habla de tiempos tan "sombríos y terribles como los nuestros".
A primera vista la novela "Sueño de Hierro" solamente sirve para presentar la novela "El Señor de la Svástica" escrita por Adolf Hitler en un mundo ucrónico, una historia alterna de una realidad hipotética.
Y sí, "El Señor de la Svástica" tiene todo el estilo que Hitler usó para su libro "Mi lucha", sí, toda la temática, la narrativa plana e infantil, los personajes acartonados, TODO corresponde a la forma de pensar de un fanático sin imaginación, rimbombante, contrahecho -por lo menos moralmente, culturalmente y literariamente.
Y sí, es realmente admirable que Norman Spinrad haya dejado que su mente trabajara como la de los nazis; es realmente sorprendente que haya podido mantener durante toda la novela el estilo plano y triunfalista hitleriano, el ritmo in crescendo desde una prosa pueril y aburrida hasta niveles narrativos verdaderamente histéricos, fanáticos y aterradores (es decir, aterradores para aquellos que ya sabemos hasta qué niveles de locura y crueldad eran capaces los nazistas, y todavía saber que se justificaban a sí mismos autoconvenciéndose que era su "deber moral").
"El Sueño de Hierro", reedición en español a cargo de la editorial Grupo AJEC, 2006, además del contenido original de la edición anterior se han agregado dos ensayos de Spinrad donde aclara algunos puntos del "Sueño de Hierro" desde el punto de vista ideológico y literario.
En su magnífica reseña en el sitio ciencia-ficcion.com, José Suñer Iglesias menciona que "El Señor de la Svástica" llega a producir miedo y aburrimiento por partes iguales; miedo por el nivel de paroxismo nacionalista -al nivel de justificar el asesinato- y aburrimiento por el sentido tan panfletario del escrito, su acartonamiento, su discurso de odio racista. Llega a tales niveles de ridiculez (es verdaderamente destacable que Spinrad esté en los límites de lo que es gramaticalmente aceptable, use frases simplistas y hasta cometa -adrede- faltas de ortografía-gramática-semántica, como poner en boca de Feric Jaggar, su personaje principal, la frase "debe haber un mudo" en vez de "debe haber un modo") que uno solamente puede tomar en serio a "El Señor de la Svástica" como una parodia, como un remedo literario de lo que fue el ascenso de Hitler al poder (todo lo que cuenta la novela SÍ fue lo que pasó en la carrera de Hitler hasta convertirse en líder absoluto de la Alemania nazi, claro con MUCHAS exageraciones literarias y licencias poéticas).
Al principio Spinrad pensó que el tono exagerado y la evidente estilo de ruptura con su ideología personal iban a ser suficientes para que todos los lectores comprendieran el tono satírico y crítico del "Señor de la Svástica", pero para asegurarse que hasta los lectores históricamente ingenuos y los inconscientes captaran el mensaje, escribió un análisis crítico usando otro personaje: el crítico literario Homer Whipple, de la Universidad de Nueva York; casi todos captaron el objetivo, pero aún sí el Partido Nazi de América lo puso en su índice de lecturas recomendadas y hubo gente y hasta un fanzine que alabó el argumento y la historia, aunque era un poco molesto que hubiera metido todo eso de Hitler.
En lo personal siempre consideré a las novelas "El Hombre en el Castillo" y "Pavana" como las mejores en el campo de la ucronía, pero después de leer "El Sueño de Hierro" tuve que reevaluar mis consideraciones ucrónicas.
Norman Spinrad.
Soñado inge y los férricos malditos.
Meshiko-Tenochtitlan 11.02.10
--------------------- FIN DE TRASMISIÓN ---------------------
Meshiko-Tenochtitlan 11.02.10
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